Publicado 12/11/2013 17:55

ACTUALIZA 2-China promete un rol "determinante" del mercado y resultados de reforma en 2020

* Partido Comunista gobernante creará grupo de coordinación de reforma

* Dice sector estatal sigue siendo pilar de la economía

(Actualiza con comentarios, detalles)

Por Jason Subler y Kevin Yao

PEKIN, 12 nov, 12 Nov. (Reuters/EP) -

- El gobernante Partido Comunista chino se comprometió el martes a que los mercados jueguen un rol "determinante" en la distribución de los recursos, en la presentación de una agenda de reformas para la próxima década con la que busca impulsar el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo.

China quiere conseguir "resultados decisivos" al 2020 con las reformas a su sistema económico como foco central, dijo el partido en un comunicado publicado por la agencia estatal de noticias Xinhua, tras una reunión de cuatro días a puerta cerrada de los 205 miembros del Comité Central.

"El asunto central es fortalecer la relación entre el Gobierno y el mercado, al permitir que el mercado desempeñe un rol determinante en la colocación de recursos y mejorando el papel del Gobierno", indicó el partido en su comunicado.

El partido dijo que formará un equipo de liderazgo central para "profundizar ampliamente la reforma" y que será responsable de "diseñar la reforma sobre una base general, arreglarla y coordinarla, avanzar con la reforma en su conjunto, y supervisar la implementación de sus planes".

El plazo autoimpuesto para los avances, un gesto inusual de Pekín, junto a la creación de un grupo de trabajo de alto nivel, sugieren una reforma más decisiva de la mano de la administración del presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang, que los cambios impulsados por el liderazgo anterior.

En comunicados políticos previos, el Partido Comunista había mencionado con frecuencia el rol de los mercados como "básico" en la distribución de recursos, dijo Xinhua, lo que implica un rol más importante del concepto en la filosofía del partido.

"Están buscando deshacerse del control gubernamental, permitir que los mercados tomen el liderazgo. En el pasado, las decisiones de precios e inversiones eran tomadas predominantemente por el Gobierno", dijo Dong Tao, economista de Credit Suisse en Hong Kong.

"Esta es una filosofía revolucionaria, en términos de los parámetros chinos", agregó.

Los líderes también establecieron un comité estatal para mejorar la seguridad en momentos en que Pekín lidia con un creciente descontento social y unificar la autoridad de los dispersos aparatos de seguridad para enfrentar los desafíos internos y externos en estas materias.

CAUTELA SOBRE EMPRESAS ESTATALES

Pese a todo, el partido no anunció ningún plan de reforma importante para las empresas propiedad del Estado, y dijo que se mantendría el dominio del "sector público" en la economía, aunque sostuvo que tanto las firmas estatales como privadas eran importantes.

El comunicado fue escueto en detalles, pero se espera que genere medidas específicas de las agencias estatales en los próximos años, que apunten a reducir el rol del Estado en la economía.

Históricamente, este tipo de sesiones plenarias de un nuevo Comité Central ha dado el puntapié inicial de reformas económicas clave, y las de este año también servirán como primera prueba del compromiso con una reforma de los nuevos líderes chinos.

Entre los temas destacados, el partido dijo que trabajaría para profundizar la reforma fiscal e impositiva, establecer un mercado unificado de tierras en ciudades y en el campo, conformar un sistema de seguridad social sostenible y dar a los agricultores más derechos de propiedad.

Todas esas cuestiones son consideradas necesarias para dar una base más sólida a la segunda mayor economía del mundo.

El presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang deberán encontrar nuevos impulsos para el crecimiento en una economía de China que pierde fuerza, presionada por un exceso de capacidad industrial, enormes deudas y el aumento de los precios de las viviendas.

No obstante, algunos cambios podrían enfrentar una fuerte resistencia de grupos poderosos como los gobiernos locales y los monopolios de propiedad estatal, según personas involucradas en las discusiones sobre la reforma.