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12 mar, 12 Mar. (Reuters/EP) -
- La agencia gubernamental de suministros agrícolas Conab de Brasil redujo en 5 por ciento su pronóstico para la cosecha de soja del 2013/14, a 85,44 millones de toneladas, al citar problemas climáticos en varios estados a finales del periodo de desarrollo de las oleaginosas.
El clima caluroso y seco previamente este año en el sudeste de Brasil redujo los rendimientos en hasta un 10 por ciento en algunas áreas y dejó los cultivos más susceptibles a las pestes, dijo Conab en su sexta estimación sobre la cosecha actual.
Mato Grosso, el mayor estado productor, tuvo el problema contrario: fuertes lluvias durante la recolección, que ha sido completada en un 60 por ciento, están afectando la calidad de la soja.
Conab dijo en su reporte mensual que serían exportadas 45,3 millones de toneladas de soja en el actual año de cosecha, respecto de 47,7 millones previstas el mes pasado.
Incluso con una reducción en las estimaciones, la cosecha de soja superaría el récord de 81,5 millones de toneladas de la temporada pasada en 4,8 por ciento, debido a la siembra de nuevos campos. No obstante, ya no es probable que Brasil supere a Estados Unidos como el mayor productor mundial de la oleaginosa este año.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos el lunes proyectó que Brasil produciría 88,5 millones de toneladas de soja, aunque Estados Unidos alcanzaría una cosecha de 89,5 millones de toneladas.
La Conab también recortó el miércoles su estimación para el cultivo de maíz de Brasil a 75,18 millones de toneladas, desde 75,47 millones.
A pesar de que redujo su previsión para la primera de las dos cosechas de maíz que Brasil siembra cada año en casi 1 millón de toneladas, Conab contrarrestó esto al elevar su pronóstico para la segunda cosecha, cuya siembra ha comenzado en algunas áreas.
La agencia redujo a 5,5 millones de toneladas, desde 5,8 millones, su proyección para la cosecha de trigo de Brasil, que se recoge actualmente.
Si la cifra es correcta, la producción de trigo de Brasil aún estaría un 26 por ciento por sobre la del año pasado, reduciendo la demanda de importación en momentos en que cuatro molinos luchan por obtener suministros de Argentina ante los estrictos controles de exportaciones del vecino país.