Publicado 24/11/2013 19:48

ACTUALIZA 2-Honduras vota en reñidas presidenciales entre izquierdista y conservador de mano dura

* Las leyes de Honduras prohíben la publicación de información relativa a encuestas electorales, como la que incluye esta nota, el día de las votaciones

(Actualiza con asesinato de cinco personas, nueva cita y detalles)

Por Miguel Angel Gutiérrez y Gustavo Palencia

TEGUCIGALPA, 24 nov, 24 Nov. (Reuters/EP) -

- Honduras votaba el domingo en unas cerradas elecciones presidenciales entre la esposa de un derrocado mandatario que busca girar a la izquierda en el empobrecido país, y un conservador que quiere más militares en las calles para atacar la rampante violencia.

Xiomara Castro, cónyuge del ex presidente Manuel Zelaya, y el influyente jefe del Congreso y candidato oficialista, Juan Orlando Hernández, llegaron a las elecciones virtualmente empatados en las preferencias, según la última encuesta.

A pesar de todo, los dos proclaman que ganarán a su rival al menos por una docena de puntos de diferencia. Y eso podría desatar conflictos cuando se declare a un vencedor en un país con una historia reciente de inestabilidad política.

Sea quien sea el ganador, a partir de enero deberá tratar de reducir la violencia que hizo de Honduras la nación con la mayor tasa de homicidios del mundo y encarar la difícil situación económica del segundo país más pobre del hemisferio.

"Estoy votando porque se acabe la muerte y el terror en que vivimos, aquí sale uno de su casa con miedo de que lo maten, las bandas operan libremente, muchos negocios han cerrado por las extorsiones", dijo Nadyeli Pineda, una maestra de 45 años en un barrio de la capital donde muchos han abandonado sus casas por la violencia.

Castro, una ex primera dama de 54 años que saltó a la arena política al encabezar protestas contra el golpe de Estado que sufrió su marido en el 2009, encabezó durante meses los sondeos prometiendo una reforma constitucional para modernizar y "refundar" Honduras con un "socialismo democrático".

"Tómenme la palabra, palabra de mujer, vamos a trabajar por los pobres, vamos a generar bienestar, trabajo", dijo Castro al cerrar su campaña aludiendo a la desigualdad reinante.

Pero poco a poco, Hernández ganó terreno con su compromiso de desplegar más militares en las calles para apaciguar la galopante delincuencia en el país. En un proceso de mediano plazo, propone depurar los cuerpos policiales.

Una llegada al poder de Castro marcaría un giro de políticas y el regreso de Zelaya, que en estos comicios es candidato a diputado pero en la práctica sería el consejero más influyente de su esposa.

Un triunfo de Hernández, en cambio, mantendría el rumbo político de un país que ha sido dirigido durante la mayor parte de su historia por una poderosa y pequeña elite conservadora.

Unos 5,3 millones de personas están habilitados para elegir el destino de Honduras en las urnas, que abrieron a las 7.00 hora local (1300 GMT) y cerrarán a las 16.00. El país también renovará diputados y alcaldes.

Aunque la elección transcurría sin sobresaltos bajo la vigilancia de unos 30.000 militares y policías, cinco personas fueron asesinadas el domingo cerca de una mesa de votación en la región de La Mosquitia, en el este de Honduras. La policía dijo que el crimen no estuvo relacionado con los comicios.

Para prevenir atentados, soldados custodiaban el domingo las torres de transmisión de electricidad y de telecomunicaciones en todo el país.

El Tribunal Supremo Electoral planea dar a conocer los primeros resultados el domingo antes de las 19.00 hora local. .

DOLORES DE CABEZA

Una de las principales preocupaciones de los hondureños es el crimen. Los pandilleros y narcotraficantes acosan a los comercios con un "impuesto de guerra" que pagan desde tiendas hasta vendedores de tortillas y chicles en mercados del país.

La corrupción y el crimen organizado han infiltrado a la policía.

"El cáncer del crimen organizado permeó al sector justicia", dijo Hernández, un abogado de 45 años, en una reciente reunión con corresponsales. "Quien delinque, el Estado tiene que ponerlo en su sitio. Sencillo".

Mucha gente vive aterrada, y los problemas de inseguridad se suman los retos económicos.

Honduras sufre de un abultado déficit fiscal y debe salarios a maestros y personal de hospitales, lo que provoca frecuentes protestas y paros. Además cuenta con una pesada deuda pública interna que sigue creciendo.

La candidata del nuevo partido Libre propone una reforma agraria, subsidios a los más pobres y revertir algunas privatizaciones.

"Al país hay que refundarlo, los que nos han gobernado nos han hundido en la miseria y muerte, necesitamos otro país, y eso solo es posible con Xiomara y Manuel Zelaya que nos ofrecen una nueva Constitución", dijo Benicio López, un carpintero y albañil de 34 años.

Otros votantes se quejaron de la falta de medicinas en los hospitales del Estado.

Hernández ha intentado apelar a sus orígenes campesinos para capitalizar el descontento de los que menos tienen, enfatizando que sólo su opción puede garantizar bienestar y seguridad, lo que él asegura atraerá la inversión privada.

Los dos candidatos han dicho que de llegar al poder buscarán algún tipo de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para tratar de conjurar la crisis, aunque ambos han descartado devaluar la moneda local como sugiere el organismo internacional.

Muchos en privado creen que Hernández puede sacar ventaja con una campaña que le dio una omnipresencia en carteles callejeros y en la televisión. Castro estuvo al inicio de la campaña extrañamente ausente en los medios, y quien apareció fue Zelaya.