BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Un reducido grupo de productores agropecuarios argentinos cortó parcialmente el sábado una carretera al norte de Buenos Aires para ratificar sus reclamos contra la política oficial hacia el sector, aprovechando el alto caudal vehicular previo al partido entre las selecciones de fútbol de Argentina y Brasil en el interior del país.
La caravana de automóviles que se dirigía a Rosario, ciudad ubicada a 300 kilómetros al norte de la capital argentina y sede por la noche del partido de fútbol clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica, debió aminorar la marcha o detenerse para recibir un folleto con los reclamos de los ruralistas.
A mitad de camino entre Buenos Aires y Rosario, representantes del agro de diferentes poblados regionales se apostaron al costado de la carretera, un día después que concluyeran una huelga de ocho días.
Los agropecuarios entregaban una proclama -sin incidentes- contra las políticas del Gobierno, en medio de un profundo enfrentamiento desde el 2008 con la presidenta Cristina Fernández.
La última huelga cerró por completo los mercados de carne y de granos de Argentina, uno de los principales exportadores mundiales de esos rubros.
Entre otros puntos en disputa, los dirigentes del sector reclaman una baja en los impuestos a las exportaciones, algo que el Gobierno difícilmente pueda aceptar porque implicaría una caída en la recaudación fiscal, ya golpeada por la menor actividad económica.
Pero el disparador de la protesta fue la anulación del Gobierno de beneficios fiscales que habían sido aprobados por el Congreso para productores afectados por una extensa sequía.