Actualizado 04/08/2009 21:55

Se aleja esperanza en Perú de ser un "tigre asiático"

Por Terry Wade

LIMA (Reuters/EP) - Hace menos de un año, la élite peruana catalogaba a su país como el "tigre de Latinoamérica" y proyectaba que Perú entraría en una mágica fase de un sostenido crecimiento económico que dejaría atrás al resto de la región.

La economía de Perú, un importante exportador de minerales, gozó de una fuerte expansión durante la última década y cerró el 2008 con un crecimiento cercano al 10 por ciento, apoyada por la escalada de los precios de los metales ante el voraz apetito de China.

Pero este año, la economía peruana, con suerte, lograría crecer. La desaceleración ha sido mucho mayor a la prevista inicialmente y evidenció la dependencia del país sudamericano de sus exportaciones de materias primas.

Los envíos de metales, por ejemplo, representan el 60 por ciento de las exportaciones de Perú.

A diferencia de "tigres asiáticos" como Corea del Sur y Taiwán, que disfrutaron de un auge cuando sus economías se convirtieron en potencias industriales entre las décadas de 1960 y 1990, la economía de Perú aún depende fuertemente de los vaivenes de los precios de las materias primas.

Además, el valor de sus exportaciones de recursos naturales ha caído un 30 por ciento desde diciembre.

Muchos economistas proyectan que Perú crecerá este año menos de un 1 por ciento, mientras que el Gobierno podría volver a revisar su previsión de 3 por ciento, debido a que el país ya comenzó a sentir el embate de la crisis financiera mundial y la demanda local también empezó a resentirse.

"Nuestro trabajo es salvar al Perú de esta crisis (...) trabajamos para que al terminar este año podamos tener un país con crecimiento positivo", dijo la semana pasada el presidente peruano, Alan García, durante el tradicional discurso anual ante el Congreso.

El mandatario se abstuvo de dar un pronóstico específico para este año, pero prometió "que para el año 2010 y el 2011 podamos tener un crecimiento superior al 6 por ciento" a medida que la economía mundial se vaya recuperando.

El Gobierno esperaba que un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos -que entró en vigor en enero- apuntalara las tasas de crecimiento que venía registrando Perú, pero el impacto de la crisis global ha retrasado sus beneficios.

Asimismo, la meta de García de equiparar el desempeño del vecino Chile, considerado desde hace tiempo como el modelo económico de la región, tendría que esperar.

Para el legado político de García, cuyo nivel de aprobación es actualmente de apenas un 27 por ciento, el 2011 -cuando terminará su mandato- será un año crucial. El presidente despidió su primer Gobierno (1985-1990) con una fuerte crisis económica.

Ahora, García abraza el modelo de libre mercado y hasta ha dicho a los inversores que tratará de impedir que un líder izquierdista gane los comicios del 2011, a los que el actual mandatario no puede presentarse.

RIESGOS ELECTORALES

Pero una prolongada desaceleración económica podría dar fuerza a la oposición, que ha recrudecido sus protestas y dice que García ha hecho poco por combatir la pobreza que afecta a más de un tercio de la población.

Ollanta Humala, un nacionalista aliado del presidente izquierdista de Venezuela Hugo Chávez, atemorizó a los mercados financieros cuando casi ganó los comicios del 2006 y planea postularse nuevamente.

"El no recuperar el crecimiento podría resultar en un mayor riesgo político", dijo el analista Alejandro Cuadrado, de BofA Merrill Lynch, en una nota a los inversores.

Para mejorar el panorama económico de Perú, García puso en marcha un paquete de estímulo económico equivalente a unos 3.200 millones de dólares.

Hasta el momento, se ha gastado apenas una tercera parte de ese monto y la concreción de decenas de proyectos de infraestructura está en manos de los gobiernos regionales, usualmente lentos y carentes de una estructura eficiente.

El precio del cobre ha subido más de un 50 por ciento desde diciembre, una buena señal para las exportaciones peruanas, pero aún opera muy lejos del récord que alcanzó a mediados del año pasado antes de que la crisis financiera mundial golpeara a la demanda cuprífera internacional.

"El crecimiento tendrá que recuperarse fuertemente para generar un resultado positivo en el 2009", consideraron en un reporte Fritz Du Bois y Roberto Abusada de la consultora LatinSource.

"Claramente, el crecimiento del 3 por ciento previsto por las autoridades será virtualmente imposible", agregaron en un reporte de la firma.