Actualizado 30/08/2006 14:37

Alemania/Brasil.- Los trabajadores de una planta de Volkswagen, en huelga tras el anuncio de la marca de 1.800 despidos


SAO PAULO, 30 Ago. (EP/AP) -

Los trabajadores de la planta más antigua del fabricante de automóviles alemán Volkswagen en Brasil convocaron una huelga después de que la compañía hiciera pública su intención de recortar 1.800 empleos como parte de su plan de reestructuración dirigido a reducir gastos.

La huelga tiene carácter indefinido y, según el vicepresidente del sindicato regional de los trabajadores del metal, Francisco Eduardo Lima, "es una respuesta directa a los despidos".

La rescisión de estos cerca de 1.800 empleos se llevará a cabo el próximo 21 de noviembre y afectará a los trabajadores de producción de la planta de Volkswagen situada en la zona industrial de San Bernardo do Campo, que cuenta con una plantilla de 12.000 trabajadores, incluyendo los 8.000 que desarrollan su trabajo en la zona de producción y que fabrican cerca de 900 vehículos al día.

La compañía de Wolfsburg indicó que los despidos sólo afectarán a los empleados de producción y que estas rescisiones de contratos son parte de su plan de reestructuración, anunciado el pasado mes de mayo, orientado a reducir la producción para disminuir los costes laborales de esta planta y aumentar, de esta manera, la rentabilidad.

Volkswagen anunció el pasado mes de mayo que su plan de reestructuración laboral en Brasil supondrá la rescisión de alrededor de 6.000 contratos para 2008. Este plan de la marca alemana se ha visto acelerado por la fortaleza de la moneda brasileña, el real, frente al dólar, que está repercutiendo sobre los beneficios por exportación de vehículos.

Por otro lado, el anuncio de estos 1.800 despidos se produjo un día después de que el Banco Nacional del Desarrollo de Brasil anunciara la suspensión del crédito de 497 millones de reales (181,14 millones de euros) solicitado por la unidad brasileña de la compañía.

La entidad financiera indicó que esta línea de crédito se mantendrá paralizada hasta que no finalicen las negociaciones entre la cúpula directiva de la empresa y los sindicatos de los trabajadores, los cuales han solicitado mayores garantías laborales en la planta de San Bernardo do Campo.

La compañía que preside Bernd Pischetsrieder cuenta con 22.000 empleados en Brasil y produjo 646.812 vehículos en sus cinco plantas del país el año pasado, lo que le sitúa como el tercer mayor fabricante de automóviles de Brasil por detrás de Fiat SpA y General Motors.