Actualizado 05/07/2015 06:37

ANÁLISIS-Ana Patricia Botín defenderá la estrategia de diversificación del Banco Santander

Por Jesús Aguado y Julien Toyer

MADRID, 11 sep, 11 Sep. (Reuters/EP) -

- Ana Patricia Botín se enfrentará al reto de mantener la estrategia de diversificación del Banco Santander heredada de su padre, quien falleció el martes, lo que supone asumir riesgos en un entorno bancario cambiante y más regulado.

La nueva jefa del mayor banco de la eurozona tendrá que convencer a los inversores de que su nombramiento con el apoyo "unánime" del consejo, que mantiene a la dinastía Botín al mando del banco por cuarta generación, ha sido acertada, una decisión que se pondrá a prueba ante posibles movimientos de concentración en el mapa bancario mundial.

El escenario español prácticamente ha desaparecido para el banco, algo que sin duda no ignoraba Emilio Botín, el padre de Ana Patricia.

"Si Emilio Botín no ha comprado nada en España durante la actual crisis es porque el padre no ha visto recorrido y ahora el mapa bancario más cercano ya no es español sino europeo", dijo un banquero de inversión que trabajó con ella.

Durante los seis años de crisis financiera española, Emilio Botín, quien falleció de un infarto a los 79 años, mostró escaso interés por crecer en España.

Sólo un 13 por ciento de las ganancias del banco provienen de España, lo mismo que del resto de Europa, sin incluir el Reino Unido, que por sí solo se convirtió en el área más importante con un peso del 20 por ciento en el resultado de 2.756 millones de euros en los seis meses a junio.

Reino Unido, bajo la dirección de Ana Patricia Botín, sobrepasó a Brasil como el área más importante para el prestamista, pero banqueros destacaron que aún tiene tarea pendiente en Estados Unidos, que pese a su importancia para el mundo financiero aportó sólo un 9 por ciento del beneficio del banco, apenas 272 millones de euros.

Para Enrique Quemada, consejero delegado del banco de inversión OnetoOne Capital Partners, Ana Patricia querrá incluso ser más ambiciosa que su padre y al margen de compras complementarias en Europa, como en Polonia, apostará de lleno por Estados Unidos.

"El siguiente gran mordisco internacional podría ser Estados Unidos. Allá donde está Santander quiere tener una presencia significativa y en Estados Unidos tiene pendiente crecer más apostando por el crecimiento en banca comercial con la compra de redes de sucursales", agregó.

Todo este proceso de consolidación se producirá además en un entorno regulatorio más exigente y donde el Banco Santander debe demostrar que no sólo pasa la próxima evaluación, sino que lo hace con buena nota.

De hecho, Goldman Sachs dijo en un informe reciente que, en un sondeo entre inversores internacionales, Santander ocupaba el puesto número doce entre los bancos con probabilidades de tener necesidades de capital en los escenarios de las pruebas de tensión.

Según la encuesta, un 25 por ciento de los inversores creen que Santander tendría un déficit de capital y un 21 por ciento apuesta a que necesitará ampliarlo.

Algunos analistas se extrañaron de hecho durante la pasada presentación de resultados del bancos de que la entidad no facilitara datos sobre los ratios de solvencia en términos de Basilea III 'fully loaded', los que anticipan las exigencias futuras de solvencia.

Con unos mercados e inversores internacionales cada vez más exigentes en materia de gobierno corporativo, la vigilancia a la que será sometida Ana Patricia por el hecho de que la familia controle el banco con sólo un 2 por ciento del capital supondrá una importante peso sobre su gestión.

Sin embargo, la reacción en bolsa mostró que los inversores y accionistas le han dado un voto de confianza al considerar su bagaje profesional y su elección como elemento de estabilidad.

"Creo que precisamente por su formación internacional, tiene una visión distinta y menos familiar de la banca y es consciente de que la entidad pertenece a sus accionistas", dijo un operador.

(Información adicional de Andrés González, Robert Hetz, y Sarah White; Editado por Tomás Cobos y Jose Elías Rodríguez)