Publicado 27/08/2013 22:27

ANALISIS-Brasil cambia de canciller, política exterior sigue en segundo plano

Por Esteban Israel


SAO PAULO, 27 Ago. (Reuters/EP) -

- La caída del canciller Antonio Patriota no cambiará el rumbo de la política exterior brasileña, que según analistas continuará relegada a un segundo plano debido al foco de la presidenta Dilma Rousseff en la crisis económica y las elecciones del 2014.

Patriota -símbolo del proverbial "soft power" de la diplomacia brasileña- renunció del lunes después que su encargado de negocios en La Paz admitió haber ayudado en la fuga de un senador acusado de corrupción, abriendo una crisis con Bolivia.

Y su sustituto Luiz Alberto Figueiredo, embajador de Brasil ante las Naciones Unidas, tendrá poco tiempo para hacer cambios significativos en la política exterior antes de que el Gobierno concentre todas sus energías en las elecciones de octubre del 2014, cuando se espera que Rousseff busque la reelección.

"Cambia el ministro, pero continúa la misma línea política", dijo Rubens Barbosa, un ex embajador brasileño en Estados Unidos y asesor de asuntos internacionales del poderoso lobby industrial brasileño Fiesp.

"La política exterior seguirá en segundo plano, porque la prioridad de Dilma es la crisis económica y la reelección", añadió.

Desde que asumió el poder en enero del 2011, Rousseff fue percibida como menos preocupada por la política exterior que su antecesor y mentor Luiz Inácio Lula da Silva.

Y el interés disminuyó a medida que aumentaron sus problemas domésticos como el violento frenazo de la economía y una ola de masivas protestas contra la corrupción y la mala calidad de los servicios públicos que derrumbaron la popularidad de Rousseff en los últimos meses.

Diplomáticos brasileños hablan de un creciente descontento en los pasillos de Itamaraty, el elegante palacio modernista de la cancillería en Brasilia, por lo que describen como una falta de firmeza de Patriota.

La política exterior brasileña, dicen, no se corresponde con la imagen de potencia emergente de la mayor economía de América Latina. Se quejan además de que la diplomacia fue subordinada a la agenda ideológica del gobernante Partido de los Trabajadores y a su estrategia sur-sur.

UN POCO MAS DURO

Figueiredo es descrito por sus colegas como un hábil negociador que defendió con uñas y dientes las posiciones de Brasil en foros de cambio climático como la Conferencia de Copenhague del 2009 y organizó la cumbre RIO+20 en el 2012.

"Un papel será no generar noticias negativas, intentar poner orden en la casa y promover una agenda verde", dijo Marcelo Coutinho, un analista político de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

"Es un político hábil y articulado", añadió. "RIO+20 no tuvo resultados, pero tampoco dio problemas. Y eso es exactamente lo que Dilma quiere".

Pero el cambio de canciller, que en realidad es un canje ya que Patriota reemplazará a Figueiredo como embajador ante la ONU, no debe acarrear sorpresas.

"La política exterior no cambia", dijo a Reuters la fuente de la presidencia. "Lo que cambia es el perfil del ministro".

"A diferencia de Patriota, que era muy suave, Figueiredo pelea más por las cosas que la presidenta le manda", añadió.

La huida del senador boliviano Roger Pinto con ayuda de un diplomático brasileño en La Paz fue apenas la gota que desbordó el vaso en una relación cada vez más tirante de Rousseff con su Ministerio de Relaciones Exteriores, explicó la fuente.

La presidenta estaba descontenta con los reparos de Patriota a la suspensión de Paraguay de la unión aduanera Mercosur luego de la destitución del presidente Fernando Lugo en el 2012 y su tibia respuesta a la detención en Gran Bretaña de un brasileño en conexión con el ex contratista de inteligencia estadounidense Edward Snowden.

Pero al final de cuentas puede que la diferencia entre Patriota y Figueiredo sea simplemente eso, una cuestión de estilo.

Al terminar una entrevista de más de una hora en el 2012, Patriota, un hombre amable y de modales suaves que mide cada sílaba, preguntó a los periodistas: "No dije nada nuevo, ¿verdad?".

Y Figueiredo todavía es recordado en São Paulo por comenzar cierta vez una conferencia de prensa sobre cambio climático advirtiendo que todo sería en "off the record", es decir, no atribuible.

Figueiredo debutará al frente de la diplomacia brasileña durante una reunión del grupo sudamericano Unasur el próximo fin de semana en Paramaribo, Surinam.