Publicado 17/11/2013 13:00

ANALISIS-Empresas brasileñas pisan el freno para proteger ganancias y reducir deudas

Por Brad Haynes y Asher Levine

SAO PAULO, 17 nov, 17 Nov. (Reuters/EP) -

- A medida que la economía de Brasil vuelve a desacelerarse, las compañías están recurriendo cada vez más a una herramienta para proteger sus ganancias: el serrucho.

Las ganancias del tercer trimestre muestran que muchas de las mayores empresas de capital abierto de Brasil se centraron en volver más eficientes sus operaciones y vender activos para mejorar sus retornos y apuntalar sus balances.

La aproximación más defensiva debería limitar los riesgos financieros antes de que las tasas de interés globales comiencen a subir. Pero al mismo tiempo podría dejar menos efectivo para gastos de capital, impactando la ya baja tasa de inversión de Brasil y manteniendo la economía frenada.

"La palabra 'desafiante' es un término clave que hemos escuchado en las conferencias telefónicas del trimestre", dijo Flavio Conde, un analista de Gradual Investimentos. "Todo el mundo está diciendo que es desafiante porque nadie quiere decir que va a ser muy difícil".

Las ganancias corporativas son apenas la última evidencia de que la economía brasileña se ha desacelerado o quizás hasta contraído en el tercer trimestre, mientras la presidenta Dilma Rousseff intenta volver a entusiasmar al sector privado de cara a las elecciones del próximo año, donde se espera que busque un segundo mandato.

Los economistas prevén un crecimiento económico más débil para 2014.

Si bien un estancamiento de los ingresos y mayores niveles de deuda afectaron el gasto de las familias brasileñas, los costos empresariales siguen subiendo a su nivel más acelerado en casi tres años. Y la reciente debilidad del real, que ayuda a los exportadores de materias primas, empeoró la inflación de costos.

Las empresas incapaces de controlar sus gastos lo están pagando caro.

Casi la mitad de las compañías del índice Bovespa de la bolsa de Sao Paulo que reportaron sus resultados hasta ahora tuvieron ganancias por debajo de lo esperado o pérdidas. La temporada de ganancias culmina el jueves.

OTRA VEZ CONTRA LAS CUERDAS

Algunas compañías redujeron rápidamente la escala de sus operaciones, reconociendo que los ingresos no podrían crecer como ellos esperaban.

La decepcionante demanda llevó a la aerolínea Gol Linhas Aereas y al operador de celulares Telefónica Brasil a recortar repetidamente sus plantillas. Y también hubo miles de despidos en las empresas de electricidad, luego que el Gobierno impuso reducciones en las tarifas.

Constructoras como Gafisa redujeron sus nuevas obras, buscando corregir el rumbo tras una frustrada expansión.

Cada quien responde a su manera al desafío, a medida que un mercado laboral recalentado y una moneda debilitada elevan los precios a pesar de la desaceleración económica.

Las empresas brasileñas del Indice de Gerentes de Compra de HSBC dijeron que los precios de las materias primas aumentaron en el tercer trimestre al ritmo más acelerado desde los días embriagadores de 2010 cuando la economía creció un 7,5 por ciento.

Hasta las empresas enfocadas en el consumo, durante mucho tiempo las preferidas por los inversores, están nuevamente contra las cuerdas después de tres años en que la caída del desempleo y los asequibles créditos personales las aislaron de la frágil economía.

Las ventas de algunas de las empresas favoritas de Brasil como el fabricante de chancletas Havaianas cayeron de manera inesperada en el último trimestre, golpeando a los resultados de su matriz Alpargatas.

A medida que los bancos ponen el freno a los préstamos de consumo y la inflación reduce el poder de compra, ejecutivos advierten que el ambiente de los negocios minoristas podría todavía empeorar.

Sectores que se beneficiaron este año de los incentivos fiscales del Gobierno, como textiles, las autopartes y los electrodomésticos, se preparan para el fin de los beneficios después que el ministro de Hacienda, Guido Mantega, advirtió de que ya no hay más espacio para estímulos en el presupuesto federal.

A medida que el apoyo del Gobierno se desvanece y el banco central sube las tasas de interés para combatir la inflación, los economistas consultados por el banco central recortaron a un 2,1 por ciento su pronóstico de crecimiento para 2014, que se compara con un 2,5 por ciento previsto para este año.

VENTAS DE ACTIVOS

Frente a ese panorama, las empresas están vendiendo activos para pagar sus deudas y amortiguar el impacto de los mayores costos del dinero.

La tendencia es liderada por algunos pesos pesados. Esta semana la petrolera estatal Petrobras vendió su unidad en Perú por 2.600 millones de dólares y la gigante minera Vale subastó una participación de 1.700 millones de dólares en el productor noruego de aluminio Norsk Hydro .

Marfrig, el tercer mayor productor de carne bovina del mundo, se deshizo de su unidad de pollos para saldar unos 2.500 millones de dólares en deudas y recortar sus gastos de capital.

A menor escala, las aerolíneas y empresas de telecomunicaciones acordaron vender o devolver aviones y torres de transmisión.

El dinero extra permitió a muchas compañías reducir sus niveles de deuda antes de que la Reserva Federal de Estados Unidos reduzca su programa de compra de bonos el próximo año, lo que podría volver más escaso el financiamiento para las empresas brasileñas.

"Las compañías están preocupadas por la deuda y el pronóstico no ayuda", dijo João Pedro Brugger, analista de Leme Investimentos. "Están intentando vender activos no rentables o incluso algunos que sí son rentables porque necesitan dinero. Es una tendencia que debería de intensificarse hacia el próximo año".

Vender activos rentables podría pronto reflejarse en la capacidad de las empresas de generar dinero para invertir, pero en el corto plazo las ayudó a disminuir sus deudas.

Aproximadamente la mitad de las empresas del Bovespa reportaron que redujeron sus deudas netas, o deudas totales menos dinero, entre junio y septiembre, pese a que la tasa de cambio elevó el costo de las deudas contraídas en el extranjero en términos locales.

La moneda brasileña se ha depreciado un 12 por ciento en lo que va de este año y se espera que se debilite aún más cuando la Fed reduzca sus estímulos monetarios. Aunque el real más barato dio un impulso a los exportadores de acero, carne y celulosa, encarece la importación de maquinaria y otros bienes de capital, desalentando algunas inversiones.

"La perspectiva del recorte de los estímulos de la Fed ha llevado a los inversores y compañías brasileñas a decir 'Debo prepararme para un período en que el dólar puede subir todavía más'", dijo Conde, de Gradual Investimentos.