Actualizado 24/07/2013 23:19

ANALISIS-Telefónica no olvida sus tareas tras apuesta en Alemania

Por Julien Toyer


MADRID, 24 Jul. (Reuters/EP) -

- Telefónica tendrá este jueves un recordatorio de los desafíos que le quedan por delante, tras atar la compra del operador de telefonía móvil alemán E-Plus, cuando presente sus resultados del primer semestre del año.

Tan sólo 48 horas después de alcanzar un acuerdo para adquirir la filial alemana de KPN, por 8.100 millones de euros, se espera que el operador español de telecomunicaciones reporte una caída de un 9 por ciento de sus ingresos y de un 6 por ciento de su ganancia neta.

Las cifras reflejan el tamaño de los desafíos que enfrenta el mayor grupo de telecomunicaciones de Europa en lo que a ingresos se refiere.

Entre ellos se encuentran: reducir su deuda para proteger su calificación de grado de inversión, retomar los pagos de dividendos en noviembre y capear la tormenta en la castigada economía española y en el enorme mercado brasileño.

Según analistas, para conseguir estos objetivos Telefónica tendrá que seguir estrictamente sus planes de desinversión y revisar activos en todas las regiones, además de ejecutar el acuerdo con KPN de manera eficiente y rezar para que los problemas de deuda soberana de España sigan bajo control.

Dada la presión a la que se enfrenta en España, la creciente madurez de su negocio en América Latina y la necesidad de inversiones estables, el énfasis en la reducción de deuda necesita continuar, dijo Michael Hodel, analista de Morningstar, en una nota publicada el miércoles.

Telefónica es uno de los operadores europeos más endeudados, con un endeudamiento neto cercano a 2,6 veces sus ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones a finales de marzo.

La empresa ha reducido su deuda a 51.800 millones de euros desde los 58.000 millones de hace un año y algunos analistas esperan que el grupo anuncie una caída por debajo de los 50.000 millones al final del segundo trimestre.

El grupo dijo el martes que mantenía su objetivo de reducir su deuda por debajo de 47.000 millones de euros a finales de año.

La compra de E-Plus aumentará la deuda neta entre 800 millones y 1.600 millones de euros, pero no tendrá impacto en el objetivo de 2013 ya que la operación no se completará hasta mediados de 2014.

El martes, las agencias de calificación Fitch y Standard and Poor's mantuvieron sus ratings para Telefónica.

¿QUÉ SIGUE?

La teleoperadora gestiona varias y grandes participaciones, incluyendo un 10,5 por ciento en Telecom Italia y un 5 por ciento de la empresa china Unicom, que ayudan a hacen más soportable la deuda y podrían venderse.

La participación en Telecom Italia pierde valor con rapidez, pero permite a Telefónica mantener bajo vigilancia a uno de sus rivales en Brasil, Tim Participacoes, una de las filiales de la compañía italiana.

Sin embargo, cambios podrían producirse en ese frente abierto incluso en septiembre, cuando la posible disolución del holding Telco, que controla un 22,4 por ciento de Telecom Italia, deje a Telefónica como el mayor accionista de la firma italiana.

Telefónica tendría entonces más voz en Tim Participacoes. El miércoles, los medios italianos especularon con que el cambio podría llevar a que venda Tim a la empresa de Carlos Slim, América Móvil, que cuenta con un 30 por ciento de KPN y es como el principal rival de Telefónica en Brasil.

Como en el resto de América Latina, que hace a Telefónica vulnerable a tipos de cambio desfavorables, el brasileño se está mostrando especialmente difícil.

Telefónica Brasil presento el miércoles una caída del 16 por ciento en su beneficio neto del segundo trimestre, mientras los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones cayeron un 17 por ciento interanual.

EUROPA

En Europa, la perspectiva a corto plazo sigue siendo difícil.

En primer lugar, Telefónica tendrá que reparar su importante negocio en España, que perdió más de 3 millones de clientes de servicio móvil en el último año.

La firma española está intentando recuperarse apostando por mejores servicios de internet, televisión y móvil.

En Gran Bretaña, donde se desprendió de su negocio de banda ancha, Telefónica lucha contra unas ganancias en caída y un flujo de caja negativo, pero el país ofrece un buen escenario comercial dentro de la crisis de deuda que vive la zona euro.

Telefónica podría también poner su negocio en la República Checa en el mercado, aunque una fuente conocedora del asunto dijo que no había prisa.

En Alemania, mientras la gran mayoría de los analistas se muestran optimistas ante la operación con E-Plus, algunos apuntan que esto quizá aumente la presión de la compañía española.

"Según nuestros cálculos, los términos del acuerdo sólo empezarán a crear valor a los accionistas de Telefónica si el mercado está preparado para valorar la nueva compañía más que la media del sector y si Telefónica es capaz de extraer y retener más del 45 por ciento de las sinergias planeadas", dijo Paul Marsh, analista en Berenberg.

Sin embargo, otros expertos sugieren que el grupo español es uno de los mejor posicionados en el continente para beneficiarse del proceso de consolidación que su apuesta alemana podría contribuir a desencadenar rápidamente.

(Información adicional de Clare Kane y Robert Hetz en Madrid, Jan Lopatka en Praga y Danilo Masoni en Milán; Traducido por Daniel Ruiz)