LIMA (Reuters/EP) - La aprobación al presidente peruano, Alan García, se mantuvo sin cambios en agosto tras subir en seis puntos porcentuales en julio, pero afronta problemas de credibilidad respecto a si cumplirá las metas previstas por su Gobierno, como la reducción de la pobreza.
Según la encuesta nacional de Ipsos Apoyo difundida el domingo por el diario El Comercio, el apoyo a García permaneció en un 27 por ciento en agosto, el mismo nivel que en julio.
De acuerdo al sondeo, realizado entre el 12 y 14 de agosto a 1.000 personas de las principales ciudades del país y con un margen de error del 3,1 por ciento, un 69 por ciento de los encuestados todavía desaprueba la gestión de García, mientras que un 4 por ciento no lo precisó.
A la pregunta de por qué desaprueban el trabajo de García, quien gobernó el país por primera vez entre 1985 y 1990, un 50 por ciento dijo que "no cumple sus promesas y es mentiroso".
Un 43 por ciento de quienes desaprueban la gestión de García dijo que hay mucha corrupción en su Gobierno, mientras que otro 43 por ciento señala que "no hay trabajo".
Sin embargo, un 38 por ciento de los que aprueban la gestión de García destaca su trabajo por mejorar la educación en el país.
El director de Ipsos Apoyo, Alfredo Torres, afirmó que el mensaje presidencial por el aniversario patrio a fines de julio fue recibido con "indiferencia y escepticismo".
"Sólo alrededor del 15 por ciento de los entrevistados creen que se cumplirán plenamente algunas de las metas anunciadas el 28 de julio. Es evidente que el Gobierno confronta un serio problema de credibilidad", dijo Torres.
La baja credibilidad del Gobierno de García se manifiesta en momentos en que se realizan protestas que demandan más beneficios sociales en el país.
El sábado, pobladores de la ciudad sureña de Pisco protestaron contra el Gobierno para pedir la reconstrucción de la localidad golpeada hace dos años por un terremoto.
Según el sondeo, de las metas del Gobierno, son prioritarias la reducción de la pobreza, el establecimiento del seguro universal de salud y la eliminación del analfabetismo.
"El presidente debería pedirle a su gabinete un seguimiento mensual de las acciones emprendidas para alcanzar estos objetivos, si quiere llegar al final de su mandato y recuperar la confianza perdida", agregó Torres.
García está bajo presión para un cambio de rumbo en su política económica, al tiempo que intenta que la crisis financiera global no golpee aún más a Perú, cuya actividad se viene desacelerando desde octubre del año pasado.
(Por Teresa Céspedes, Editado por Marion Giraldo)