Actualizado 17/11/2009 17:21

Argentina/Brsil.- Empresas argentinas instan a Lula y a Fernández a poner fin a las trabas comerciales


BUENOS AIRES, 17 Nov. (Reuters/EP) -

Las empresas argentinas afectadas por un conflicto con Brasil esperan que la reunión de este miércoles entre los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, permita poner un rápido fin a las trabas comerciales que, aseguran, les están provocando pérdidas millonarias.

La aplicación de licencias no automáticas por parte del principal socio de Argentina en el bloque aduanero del Mercado Común del Sur (Mercosur) está demorando el ingreso al mercado brasileño de harinas, peras, manzanas, ajos, cebollas y vinos, entre otros bienes.

"Al principio teníamos los camiones demorados en la frontera y cada día en que nuestra región no puede exportar a Brasil tiene un impacto de 300.000 dólares (201.000 euros)", explicó Marcelo Loyarte, gerente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), que agrupa a exportadores del Alto Valle, en las provincias de Río Negro y Neuquén (sur).

"Hoy tenemos un retraso en el otorgamiento de licencias, que complica porque no sabemos en qué plazos podemos entregar la mercadería", agregó.

La medida del Gobierno brasileño provocó hace dos semanas la retención de camiones argentinos en la frontera. Actualmente, los exportadores se quejan de que el otorgamiento de permisos se da con cuentagotas, lo que demora procesos de entrega, forzando a algunas empresas a detener a producción.

La unidad argentina de la compañía canadiense McCain, que produce alimentos congelados, frenó la producción en su planta ubicada en la central provincia de Buenos Aires por cinco días durante la semana pasada debido a la falta de capacidad de almacenamiento.

"Hasta no conseguir un flujo de despachos razonable tuvimos que parar la planta. Ahora está operando de forma provisional hasta que se nos agoten los despachos y el espacio operativo de las cámaras", dijo a Reuters Lucas Alvarez Bayón, director de la cadena de abastecimiento de McCain.

Las restricciones fueron impuestas después de extendidos reclamos del sector industrial brasileño contra la imposición de licencias no automáticas de importación por parte de Argentina a partir de octubre de 2008, que las adoptó con el argumento de proteger la industria y el empleo.

Bajo este sistema, que afectó directamente a la exportación de productos brasileños hacia Argentina, Buenos Aires tiene que autorizar cada importación que cruce la frontera que involucre a bienes incluidos en una lista de "productos sensibles".

Funcionarios brasileños aseguran que los plazos de aprobación de las licencias no automáticas implementadas por Argentina exceden los 60 días autorizados por la Organización Mundial de Comercio (OMC), llegando en casos hasta los 180 días.

CUMBRE BILATERAL

Los empresarios frutícolas pidieron a la ministra de Industria y Turismo de Argentina, Débora Giorgi, agilizar las gestiones para destrabar sus exportaciones a Brasil, y esperan que el encuentro entre Fernández y Lula sirva para eliminar las restricciones.

Argentina despacha anualmente un promedio de 460.000 toneladas de peras y 280.000 toneladas de manzanas, por lo que es uno de los mayores exportadores mundiales de frutas frescas.

Las autoridades argentinas "nos informaron que estaban trabajando en el tema. Pedimos que se acelerara y pedimos que fuera antes de la (reunión) bilateral, pero hasta ahora no tuvimos novedades. Esperamos que se resuelva algo en la reunión", dijo Loyarte.

El déficit comercial que mantiene con Brasil, impide a Argentina dar marcha atrás con la medida, mientras que para el Gobierno brasileño es un momento político delicado, ya que el país comienza a prepararse para las elecciones generales que se celebrarán en octubre del 2010.

"Hay que entender a Brasil. Brasil está entrando en un período eleccionario. El margen político que tiene el Gobierno brasileño es mucho menor, no puede seguir desoyendo los reclamos de su sector empresarial", señaló Sica.

Argentina registró en septiembre un saldo negativo de 84 millones de dólares (56,5 millones de euros) en su comercio con Brasil. La corriente de comercio bilateral totalizó 16.179 millones de dólares (10.886 millones de euros) en los primeros nueve meses del 2009, una caída de un 31,8 por ciento frente al mismo lapso del 2008.