Actualizado 07/07/2015 09:37

Argentina exige a bancos distribuir pagos a bonistas reestructurados


BUENOS AIRES, 5 ago, 6 Ago. (Reuters/EP) -

- Argentina exigirá a los bancos Citibank y Bank of New York Mellon distribuir los fondos correspondientes a bonistas que ingresaron en canjes de deuda de 2005 y 2010 y que se encuentran bloqueados por la justicia estadounidense tras un fallo adverso al país, dijo el martes el Ministerio de Economía.

El juez de distrito estadounidense Thomas Griesa bloqueó el pago de deuda reestructurada hasta tanto Argentina no pague unos 1.500 millones de dólares a los fondos de cobertura que rechazaron los canjes ofrecidos por Buenos Aires a los títulos impagos desde la debacle de 2001-2002.

El Gobierno de la presidenta Cristina Fernández se niega a pagarle a los "fondos buitre" porque sostiene que eso provocaría demandas de los tenedores de deuda reestructurada por 120.000 millones de dólares, según una cláusula que vence el 31 de diciembre de 2014.

El Ministerio de Economía dijo en un comunicado que las "intimaciones enviadas al Banco Citibank Argentina y al BONY (están) encaminadas a que distribuyan normalmente los pagos que realizó en tiempo y forma la República Argentina a los bonistas del canje, así como sobre los futuros pagos".

Agregó que "dichos fondos pertenecen por derecho a los bonistas del canje y su cobro ha sido bloqueado indebidamente por el juez (...) (quien) indebidamente, se excede en sus atribuciones y en su jurisdicción".

Argentina depositó a fines de junio 539 millones de dólares en las cuentas en Buenos Aires de su agente de pagos, el Bank of New York Mellon (BONY), para pagar los intereses de su bono Discount.

Por su parte, el Citibank Argentina es el encargado de distribuir los pagos de bonos dolarizados bajo ley argentina a tenedores en el extranjero.

Las conversaciones entre Argentina y los acreedores que la demandaron terminaron el 30 de julio sin un acuerdo que evitara que el país sudamericano cayera en default por unos 29.000 millones de dólares en bonos, regidos por leyes extranjeras, que se originan en la masiva reestructuración tras un default de 100.000 millones de dólares en 2002.