Actualizado 21/08/2009 02:03

Argentina insinúa un nuevo comienzo con inversores

Por Kevin Gray

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El nuevo ministro de Economía de Argentina envió señales de que el país busca reparar su relación con los inversores, pero los mercados están buscando indicios de que la presidenta, Cristina Fernández, apoya realmente sus planes.

El ministro, Amado Boudou, aseguró que el Gobierno está trabajando en algunas medidas que permitan que la tercera economía de América Latina regrese a los mercados de capitales, siete años después de que entró en cesación de pagos de una deuda de 100.000 millones de dólares.

El Gobierno buscó el miércoles dar señales de que desea resolver dos de los muchos obstáculos que tiene para retornar a los mercados de créditos: la difícil relación que mantiene con el Fondo Monetario Internacional y la deuda argentina ligada a la desacreditada medición oficial de inflación.

La administración de Fernández anunció planes para canjear los bonos ligados a la inflación en las próximas semanas. Boudou, mientras tanto, dijo a periodistas que el Gobierno está interesado en reabrir el diálogo con el FMI.

Los bonos argentinos subieron por la noticia el jueves, liderados por los Boden 2014, que treparon 1,76 por ciento a un valor de venta de 81 pesos.

Pero algunos analistas dijeron que están buscando más señales de parte de Fernández, cuyo marido y predecesor, Néstor Kirchner, es considerado por muchos como el cerebro detrás de la política económica.

"Vimos muchas de estas cosas antes. Un nuevo ministro llega, hace promesas de romper con el pasado y luego termina siendo lo mismo", afirmó desde Nueva York Alberto Ramos, economista senior de Goldman Sachs.

"La cuestión clave es: ¿es Boudou parte del círculo que formula las políticas dentro del Gobierno de Fernández?", acotó.

Enfrentada con una economía estancada, Fernández espera obtener el acceso a los mercados crediticios para cubrir el agujero financiero de 8.700 millones de dólares en pagos de deuda que el Credit Suisse estima el país tendrá para fin del 2011.

Esa realidad económica podría forzar a los Kirchner a buscar resolver algunas cuestiones pendientes que sembraron desconfianza sobre Argentina entre los inversores, dijo Carola Sandy, una estratega del Credit Suisse, en Nueva York.

"Lo que vemos es pragmatismo. El Gobierno necesita otras fuentes de financiamiento para el año próximo y sin esos pasos no las logrará", señaló.

EL TEMA INDEC

Boudou, que asumió su cargo el mes pasado como parte de una serie de cambios en el Gabinete, también dijo que quiere fortalecer el ente nacional de estadísticas (Indec), como parte de su intento por retornar a los mercados internacionales de deuda este año.

El índice de inflación del Indec es el indicador básico para los bonos ajustados por el alza de precios al consumidor, pero la confianza en ese indicador se derrumbó en los últimos dos años porque los economistas consideran que el dato oficial es muy inferior al crecimiento real de los precios.

Los inversores dicen que el índice inflacionario manipulado les restó ingresos por los bonos ligados a los precios.

El ex ministro de Economía Martín Lousteau había intentado restaurar la credibilidad del instituto el año pasado, pero chocó contra la resistencia del propio Gobierno antes de renunciar.

El canje de deuda propuesto le dará al Gobierno la posibilidad de sacar de circulación los bonos mientras intenta restaurar la credibilidad del Indec.

Pero Fernández deberá también atacar otros problemas, incluyendo la obtención de un acuerdo con los tenedores de bonos en cesación de pago que rechazaron un canje de deuda en el 2005 como también con el Club de París, que abarca a las naciones acreedoras.

Desde su crisis económica, Argentina aún debe unos 6.700 millones de dólares al Club de París.

Cualquier movimiento hacia esos acuerdos es probable que requiera una nueva relación con el FMI, al que los Kirchner culpan del caos económico de 2001/2002 que llevó a una masiva cesación de pagos y a una devaluación de la moneda local.

Ellos han criticado reiteradamente al organismo con sede en Washington, pero Boudou tuvo un tono diferente, el miércoles, al decir que el país debe buscar "terreno común" con el Fondo a fin de restablecer el diálogo apagado desde 2006.

"En el plano retórico, ellos parecen menos conflictivos y más constructiva" en algunas cuestiones, dijo Ramos. "Son problemas que ellos crearon y se solucionan muy fácilmente".

(Escrito por Nicolas Misculin, Redacción Buenos Aires, +54 11 4318-0668, Reuters Messaging: nicolas.misculin.reuters.com@reuters.net