Actualizado 23/01/2007 21:53

Argentina.- Organizaciones agropecuarias protestan por la decisión de aumentar el impuesto de las exportaciones de soja


BUENOS AIRES, 23 Ene. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -

Dos de las cuatro organizaciones que agrupan a los productores agropecuarios en Argentina realizaron hoy una jornada de protesta con movilizaciones en diferentes ciudades del interior del país para protestar contra la decisión del Gobierno de aumentar el impuesto que pagan las exportaciones de soja.

Las protestas estuvieron protagonizadas por los productores agrupados en la Federación Agraria Argentina, la más combativa, y las Confederaciones Rurales Argentinas, que aglutinan a medianos productores de las provincias de Buenos Aires y La Pampa en su mayor parte. Las otras dos entidades, Coninagro y la tradicional Sociedad Rural Argentina, no se sumaron a la protesta.

Las movilizaciones son consecuencia de la decisión del Ejecutivo de Néstor Kirchner de incrementar el impuesto que pagan las exportaciones de soja con el declarado objetivo de subsidiar el consumo interno de granos y detener así el incremento en los precios.

"Si el Gobierno no ofrece una salida, vamos a hacer un paro mucho mayor al que se hizo en diciembre. Vamos a parar diez días", advirtió el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, en uno de los actos que se realizaron al comienzo de la protesta.

"Este país es tan maravilloso que puede dar cosechas récord a pesar de este Gobierno, del cortoplacismo, las señales negativas, la tremenda presión impositiva, las dubitaciones y el permanente cambio de reglas", añadió.

La dirección agropecuaria mantiene un duro enfrentamiento con la Administración por considerar que tienen una política que perjudica al sector, pese a que el tipo de cambio alto del peso respecto del dólar es uno de los motivos del fuerte crecimiento del campo. Para este año, diversas estimaciones calcularon que se llegará a una cosecha récord de 90 millones de toneladas de granos.

El año pasado los productores agropecuarios realizaron una paro de diez días que consistió básicamente en no llevar a cabo operaciones comerciales, pese a que las tareas habituales continuaron realizándose de puertas adentro en los establecimientos.