BUENOS AIRES, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Uruguay ha conseguido reducir hasta en un 35 por ciento las importaciones de bienes a pequeña escala con la puesta en marcha de las restricciones a las importaciones de productos de Argentina. Montevideo quiere que la industria uruguaya no se vea perjudicada ante la caída del valor del peso argentino en el mercado negro, que abarata sus exportaciones.
Las asociaciones de comerciantes uruguayas y las autoridades de las localidades fronterizas han protestado en varias ocasiones a favor del cierre de los pasos fronterizos con Argentina debido a que la población local se dirigía al sur a comprar determinados productos por el abaratamiento de algunos bienes con la caída de la divisa argentina.
El Ejecutivo uruguayo anunció el viernes la puesta en marcha este lunes de la iniciativa "cero kilo", para limitar las compras con Argentina y "preservar las fuentes de trabajo". La decisión impuesta por la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) ha sido criticada por los algunos vendedores callejeros que se beneficiaban de la rebaja de los productos.
La DNA ha indicado en un comunicado difundido este martes que la medida ya ha reducido el paso de vehículos y de personas entre un 30 y un 35 por ciento en los diferentes pasos fronterizos que unen a ambas naciones sudamericanas.
Según el diario 'El Pais' de Uruguay, la caída de la moneda argentina ha provocado que exista una diferencia de casi diez pesos argentinos (1,5 euros) en algunos productos considerados de primera necesidad.
Además, este periódico ha indicado que si se cambia el peso uruguayo por dólares estadounidenses en el mercado negro --el precio del dólar en Argentina en establecimientos no oficiales supera el 50 por ciento respecto al cambio oficial del Ejecutivo--, el ahorro puede ser del 50 por ciento en algunos productos.
En el paso de Paysandú, varios vendedores que realizan lo que se conoce como el 'bagayo' --la compra de productos más baratos en Argentina y su reventa en Uruguay-- han protestado y han intentado saltarse la prohibición del Ejecutivo uruguayo. "Nos cortaron los brazos y no aguantamos ni un mes esta situación porque no somos capitalistas y vivimos el día a día con el bagayo", ha indicado Angeli Filippini, uno de los afectados.
"Nos dejaron en pelotas. ¿Qué hago yo ahora para mantener ocho bocas que tengo en mi casa, recién ahora se dieron cuenta que existe el bagayo cuando hay unas 6000 personas en Salto que vivimos de esto?", preguntó otro de los manifestantes.
Esta reducción de las importaciones se produce en un momento tenso entre Buenos Aires y Montevideo. La pasada semana, el presidente uruguayo, José Mujica, fue pillado por un micrófono abierto diciendo que la presidente argentina, Cristina Fernández, es "peor" que su predecesor y marido, Néstor Kirchner. "Esta vieja es peor que el tuerto", fueron sus palabas.
El Gobierno argentino tachó de "inaceptables" los comentarios y de "denigrantes", pero Mujica no se disculpó al señalar que no estaba hablando "públicamente" y se limitó a defender que "nada ni nadie podrá separarnos". "No voy a recorrer el mundo aclarando nada", añadió.