BERLIN (Reuters/EP) - La atleta sudafricana Caster Semenya, quien se está sometiendo a una prueba de verificación de sexo después de que su mejora física este año provocara alarma entre los comisarios de este deporte, ganó el miércoles la final de los 800 metros planos en el Mundial de Berlín.
La joven de 18 años, de poderoso físico, se mostró tremendamente relajada durante la prueba, realizando un tiempo de 1:55:45 minutos para registrar la mejor marca del año y mejorando su propio récord en más de un segundo.
La keniana Janeth Jepkosgei, campeona del mundo y medallista de plata olímpica, llegó segunda a más de 15 metros de distancia de Semenya con tiempo de 1:57.90 minutos.
La británica Jenny Meadows vio cómo Jepkosgei le arrebataba el segundo puesto y fue tercera, a tres centésimas de la africana.
DUDAS POR RENDIMIENTO
El resultado de Semenya se ve opacado por las dudas de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por su sigla en inglés) respecto de su rendimiento.
"En el caso de esta atleta, tras su gran mejora en los campeonatos juveniles africanos, se empezaron a acumular los rumores, las especulaciones", dijo el portavoz de la IAAF, Nick Davies, antes de la final.
"La prueba de verificación del sexo es un procedimiento extremadamente complicado (...) La situación de hoy es que no hay ninguna evidencia que concluya que no se deba permitir su participación (...) Podría ser erróneo tomar hoy la decisión de retirar a una atleta", agregó.
Semenya pudo competir en la final, pues el complejo proceso médico no se completará hasta después del evento que se celebra entre el 15 y el 23 de agosto.
La deportista estableció su marca personal de los 800 metros 1:56:72 minuto el 31 de julio, ocho segundos mejor que su marca del 2008.
Fue también la más rápida en la clasificación para la final, corriendo a 1:58.66 en su semifinal.
Davies aclaró que no se trataba de una prueba obligatoria y que la atleta no era en absoluto sospechosa de hacer trampa.
"Esta es una condición médica. No es nada que ella ha realizado. Existe la necesidad de asegurarse de que se siguen las normas", dijo Davies, añadiendo que la discreción y la protección de la atleta era primordial.
"Estamos más preocupados por la persona y no hacer de esto algo que humillante", dijo.
(Por Karolos Grohmann; Editado por Javier Leira)