LA PAZ, 13 Oct. (EP/AP) -
El presidente argentino Néstor Kirchner llegará a Bolivia el próximo 19 de octubre para participar con su colega Evo Morales en la firma de un contrato de exportación de gas a Argentina por 20 años, informaron hoy fuentes locales.
La ceremonia será en la ciudad oriental de Santa Cruz entre la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y Energía Argentina SA (Enarsa), anunció el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
En rueda de prensa, Villegas dijo que Bolivia comenzará a exportar a partir del 2010 un volumen diario de 27,7 millones de metros cúbicos de gas al mismo precio actual que es de 5 dólares por cada millón de unidades térmicas británicas (BTU).
El convenio temporal vencerá a fin de año y desde enero entrará el vigencia el nuevo acuerdo que, según el ministro, "será significativo" para los nuevos contratos que negocia el gobierno boliviano con las petroleras y que deben adecuarse a la nacionalización de los hidrocarburos decretada por Morales.
En el futuro, el precio será regulado automáticamente según las fluctuaciones en el mercado internacional del diesel y una canasta de fuel, explicó Villegas. En los 20 años de exportación, Bolivia recibirá un ingreso bruto de 17.000 millones de dólares (13.585 millones de euros)
El contrato prevé la construcción de una planta de separación de líquidos del gas en Yacuiba, al sur de Bolivia y la participación boliviana en el nuevo gasoducto del noreste argentino.
Enarsa será socia de YPFB en la comercialización de combustibles líquidos a producirse en la planta de Yacuiba. Actualmente, Bolivia exporta unos 6 millones de metros cúbicos diarios al vecino país por un antiguo gasoducto de casi colmó su capacidad.
Brasil y Argentina son los únicos mercados del gas de Bolivia que posee las segundas reservas en la región después de Venezuela. Brasil compra diariamente unos 26 millones de metros cúbicos y paga cuatro dólares por millón de BTU.
El contrato con Argentina representa un logro importante en la política hidrocarburífera de Morales, pero grupos de oposición y algunos expertos han puesto en duda el que Bolivia pueda cumplir sus compromisos en el futuro a menos que logre convencer a las petroleras a reactivar sus inversiones, casi paralizadas desde que el gobierno nacionalizó la industria gasífera.