LA PAZ, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Tras casi cinco días de intensas y largas negociaciones, el Gobierno de Bolivia acordó finalmente comprar las dos refinerías que están en manos de la estatal brasileña Petrobras por 112 millones de dólares (82,9 millones de euros).
Según informaron las autoridades bolivianas a los medios locales, la oferta que prevaleció fue la que finalmente propuso Petrobras por 82,8 millones de euros, pese a que el lunes el monto que ellos pedían era de 130 millones de dólares (96 millones de euros). Bolivia en un comienzo advirtió que sólo estaba dispuesto a pagar 60 millones de dólares (44,3 millones de euros), lo que complicó aún más las negociaciones.
La decisión fue anunciada esta madrugada (hora española) en La Paz por el presidente Evo Morales, quien manifestó que "Bolivia comienza a dignificarse" con la "recuperación" de las dos plantas de Gualberto Villarroel (ubicada en el departamento de Cochabamba) y de Guillermo Elder Bell (en el departamento de Santa Cruz).
Así, rechazó las versiones sobre un eventual roce en las relaciones bilaterales con Brasil a raíz del impasse ocurrido por la venta de las refinerías. "El compañero Lula sigue siendo para mí un hermano mayor", expresó Morales al aclarar que, pese a las diferencias que puedan generarse, "jamás nos van a enfrentar".
Por su parte, el ministro de Hidrocarburos boliviano, Carlos Villegas, explicó que el pago acordado se realizará en dos partes de 56 millones de euros cada una (41,4 millones de euros). El proceso culminará en 60 días y se espera a que hoy esté listo el contrato que podría firmarse este fin de semana.
En este sentido, aclaró que para solventar esta deuda con Petrobras no utilizaran los fondos ni de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ni del Tesoro General de la Nación, sino los recursos provenientes de la exportación de los residuos de crudo reconstituido y de la gasolina blanca que, a partir de ahora, estarán bajo el dominio del Estado.
De esta manera, Villegas recordó que el Gobierno boliviano se comprometió a invertir en las refinerías para mejorar su calidad de producción. Se espera que este año invierta unos 3,7 millones de dólares (2,7 millones de euros) en la planta de Guillermo Elder Bell para que se procesen 5.000 barriles de crudo adicionales. Actualmente, amabas plantas tienen una producción conjunta de 40.000 barriles.
De acuerdo con las proyecciones anunciadas por la YPFB, se estima que en el período 2008-2012 el Estado boliviano reciba ingresos adicionales de unos 74,6 millones de dólares (55,1 millones de euros).
PETROBRAS EVALUARÁ INVERSIONES
Por su parte, el presidente de Petrobras Bolivia, José Fernando de Freitas, manifestó que en el futuro evaluarán la situación que vive Bolivia en el área de los hidrocarburos antes de decidir si vuelven a realizar más inversiones en este país, esto como consecuencia de que manejaban sus empresas tras decretarse la nacionalización.
"Las nuevas condiciones (en el sector petrolero boliviano), nuevos mercados que atender, nuevas situaciones, todo un conjunto de situaciones obligan a revaluar las inversiones nuevamente", declaró Freitas a los medios locales.
Después de concretarse la venta de las dos plantas de Cochabamba y Santa Cruz, el ministro de Minas y Energía de Brasil, Silas Rondeau, dijo que la transacción de compra-venta representaba apenas el 0,3 por ciento de las ventas anuales de la estatal brasileña.
En un comienzo, Petrobras se quejó de la manera "unilateral" en la que Morales había nacionalizado las refinerías situadas en territorio boliviano y le advirtió que en caso de que no se llegase a un acuerdo procedería a un arbitraje internacional.
El pasado 20 de abril, Brasil se comprometió a cumplir con todos los compromisos firmados con Bolivia pero no garantizaba que en un futuro realizaría nuevas inversiones.