SAO PAULO, 26 nov, 26 Nov. (Reuters/EP) -
- El principal índice de acciones de Brasil bajó el martes a mínimos de casi tres meses, presionado por una caída superior al 6 por ciento en las acciones de Petrobras y en medio de preocupaciones de que el Gobierno pueda demorar la implementación de un mecanismo para reajustar los precios de los combustibles.
El Bovespa perdió un 1,56 por ciento y cerró a 51.446 puntos. El volumen negociado de la sesión fue de 7.800 millones de reales.
Las acciones preferentes de Petrobras retrocedieron un 6,29 por ciento y las ordinarias un 6,43 por ciento, acentuando la tendencia a la baja después de que el ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo que un mecanismo para los reajustes de los combustibles no puede ser una "improvisación".
Hace dos semanas, una fuente del Poder Ejecutivo dijo a Reuters que el Gobierno se resistía a aplicar la metodología de reajuste presentada por el directorio de la petrolera estatal.
El tema cobró resonancia el martes cuando el periódico Folha de S. Paulo afirmó que el Gobierno está dispuesto a conceder una reforma para la gasolina y el diésel este año, pero que piensa en dejar para el 2014 la aprobación de un mecanismo de reajuste automático.
El viernes, el Consejo de Administración de Petrobras se reunirá para discutir el tema.
Los títulos de los sectores de construcción y siderurgia también retrocedieron.
Otra baja se produjo en los papeles de la minera Vale . El martes, el Tribunal Superior de Justicia inició el juicio contra la multinacional por tributación de las ganancias de sus subsidiarias en el exterior. Sin embargo, la sesión judicial fue suspendida luego de que el ministro Ari Pargendler pidió revisar documentos.
La caída del Bovespa no fue mayor gracias al desempeño de las empresas del sector educativo Kroton y Anhanguera y los papeles del sector bancario.
Después de que haber arrastrado al Bovespa a la baja el lunes, en la sesión del martes el índice sector financiero registró un alza del 0,59 por ciento.
El sector sufrió la víspera por el temor a que una decisión del Supremo Tribunal Federal sobre una corrección de pérdidas de libretas de ahorro pudiera tener un impacto sistémico sobre los bancos, sobre todo en entidades con grandes depósitos.