Por Lisa Twaronite
TOKIO, 24 feb, 24 Feb. (Reuters/EP) -
- Las bolsas de Asia caían el lunes, reavivando la demanda de refugio seguro del yen, luego de un desplome de las acciones inmobiliarias que debilitó al mercado chino y ante la inquietud de los inversores por el impacto de la retirada del estímulo de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El referencial MSCI de acciones asiáticas no japonesas caía un 0,6 por ciento, mientras que el índice Nikkei de la bolsa de Tokio cerró con una baja del 0,2 por ciento, borrando sus ganancias iniciales, pero lejos de los mínimos de la sesión.
Las acciones de China se hundieron a mínimos en dos semanas, arrastrando a los mercados de Hong Kong luego de que los títulos inmobiliarios y bancarios perdieron terreno por noticias procedentes que avivaron el temor a que los bancos hayan dejado de conceder préstamos a firmas ligadas al sector de propiedades.
"Me gustaría salir de los sectores sensibles a las tasas de interés. Es muy difícil navegar en este momento con el riesgo político en aumento", dijo Hong Hao, estratega jefe de acciones en Hong Kong en el Bank of International Communication.
Hong hizo referencia a las reuniones anuales del Parlamento chino, que fijan la agenda económica del país y comenzarán el 5 de marzo en Pekín.
Datos reportados el lunes mostraron que el ritmo de la subida en los precios de las viviendas de China se desaceleró en enero por primera vez en 14 meses, lo que sugiere que los esfuerzos del Gobierno para enfriar el mercado están teniendo efecto.
El yuan chino se depreciaba el lunes, extendiendo su peor desempeño semanal en más de dos años después de que el Banco Popular de China estableció su punto medio de cotización diaria a la baja por quinta sesión.
El fin de semana, los ministros de Finanzas y banqueros centrales del Grupo de los 20 (G20) se comprometieron en una reunión de dos días en Sídney a impulsar un crecimiento mundial más acelerado.
El comunicado final del G20 dijo que buscará aumentar la inversión y el empleo, generando más de dos billones de dólares en producción adicional en cinco años, junto con la creación de decenas de millones de nuevos puestos de trabajo.
El comunicado reconoció las preocupaciones de las naciones emergentes de que la Reserva Federal de Estados Unidos considere el impacto del retiro gradual de su estímulo monetario, lo que ha dado lugar a episodios de fuga de capitales de algunos de esos mercados.
Sin embargo, las minutas de la última reunión de la Fed dadas a conocer la semana pasada sugieren que el ritmo de reducción del estímulo continuará por ahora.
"No había ninguna expectativa realista de que los mercados emergentes obtendría ningún alivio, pero ahora pueden ser más vulnerables a las malas noticias como consecuencia", dijo Steven Englander, jefe de estrategia cambiaria de divisas del G10 en CitiFX, en una nota a clientes.
El índice dólar, que sigue el desempeño del billete verde frente a seis divisas importantes, se mantenía estable en 80,240, alejándose del mínimo de la semana pasada de 79,927 que tocó el miércoles, su menor nivel desde fines del año pasado.
Contra la moneda japonesa, el dólar caía un 0,2 por ciento a 102,30 yenes, alejándose de un máximo en tres semanas de 102,82 que anotó el viernes.
El euro también restaba un 0,2 por ciento a 140,53 yenes , después de tocar 141,26 yenes el viernes, su nivel más alto desde el 24 de enero.
El euro cotizaba casi plano en el día a 1,3736 dólares , no lejos de un máximo de 1,3773 dólares que alcanzó el miércoles, su mayor nivel desde el 2 de enero.
En los mercados de materias primas, el petróleo estadounidense subía un 0,3 por ciento, a 102,47 dólares el barril, mientras que el crudo Brent de Londres añadía aproximadamente un 0,2 por ciento, a 110,06 dólares el barril.
Pero los futuros del cobre en la Bolsa de Metales de Londres se desplomaban, perdiendo cerca de 1.2 por ciento a 7.072,25 dólares la tonelada, por los temores persistentes sobre el impacto de la disminución gradual del estímulo de la Fed, así como las perspectivas poco optimistas de crecimiento en China.
El oro al contado añadía cerca de un 0,2 por ciento, a 1.325,25 dólares la onza.