Por Eric Burroughs
HONG KONG (Reuters/EP) - Las mercados bursátiles de Asia retrocedieron el lunes mientras los precios de petróleo más bajos golpeaban a las acciones de energéticas, con algunos inversores manteniéndose al margen al cerrarse el segundo trimestre.
El dólar avanzaba con dificultad tras el retroceso de fines de la semana pasada, por temores por la iniciativa de grandes países emergentes para tener una moneda de reserva alternativa.
China, que posee reservas por casi 2 billones de dólares concentradas en divisas estadounidenses, repitió sus llamados al final de la dominación de una sola moneda en las finanzas globales.
Las bolsas asiáticas no japonesas han subido casi un tercio en el segundo trimestre, en lo que podría ser la mejor ganancia trimestral en 16 años, mientras los inversores veían con buenos ojos a la región por esperanzas de que podría resurgir más rápido desde la recesión más profunda en décadas.
Las firmas manufactureras asiáticas han reforzado la producción para incrementar los inventarios tras haberlos reducido demasiado rápido a fin del año pasado, pero seguía habiendo dudas acerca de si la demanda de los consumidores y la industria mejorará lo suficiente para hacer sustentable el crecimiento.
Las cifras económicas japonesas resaltaban esta tendencia. La producción industrial se disparó un 5,9 por ciento en mayo, equiparando el ritmo del mes previo y una de las mejores marcasen el período desde la Segunda Guerra Mundial.
El índice MSCI de acciones asiáticas no japonesas caía un 0,51 por ciento, con poco volumen de negocios y tras ganar un 2,3 por ciento la semana pasada. El descenso fue ligeramente mayor que la caída del 0,2 por ciento el viernes en el estadounidense S&P 500.
El índice promedio japonés Nikkei retrocedió casi un 1 por ciento. Daiwa Securities Group tuvo una de las mayores caídas, perdiendo un 12 por ciento luego de anunciar una venta de acciones por 2.500 millones de dólares.
Pero el índice compuesto de Shanghái eludió la tendencia regional y trepó un 1,6 por ciento, a un pico de un año, recibiendo un impulso por la esperanza de que el crédito bancario continuará alentando la economía a pesar de la desaceleración en las exportaciones.
El índice dólar, que mide el valor de esa moneda contra una canasta de otras seis divisas, repuntaba un 0,26 por ciento a 80,082, alejándose del mínimo en dos semanas que tocó el viernes.
El euro retrocedía un 0,18 por ciento, a 1,4018 dólares, mientras que el dólar repuntaba un 0,26 por ciento, a 95,48 yenes.
China y Brasil dijeron durante las actividades secundarias de una reunión de funcionarios de bancos centrales en Basilea que están discutiendo un acuerdo sobre divisas para permitir que los exportadores e importadores establezcan acuerdos en monedas locales, evitando por tanto el dólar.
La presión de los mercados emergentes para buscar una alternativa al dólar como divisa de reserva ha contribuido en las semanas recientes a la debilidad de la moneda estadounidense.
"Aún si se crea una nueva moneda supra-nacional, no serviría al interés de China o Rusia redistribuir rápidamente sus reservas en una nueva dirección", dijeron analistas de Calyon en una nota para sus clientes.