Por Mary Angela Rowe
NUEVA YORK (Reuters/EP) - Los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron el jueves, ya que un dato inesperadamente débil en las nóminas de junio sacudió la confianza sobre la perspectiva de estabilización económica, aunque las alzas fueron limitadas por preocupaciones ante subastas de nuevos títulos.
El anuncio del Departamento del Tesoro de la venta de 73.000 millones de dólares en deuda de largo plazo la próxima semana obstaculizó ganancias mayores en los bonos largos.
Los bonos subieron por una búsqueda de seguridad, ya que el reporte de las nóminas no agrícolas divulgado el jueves ejerció presión sobre el optimismo en la recuperación económica. Los empleadores estadounidenses eliminaron 476.000 puestos de trabajo, mucho más que los previstos 363.000 empleos.
"Lo importante es que el dato de las nóminas fue amigable (para los bonos)", dijo John Spinello, estratega de bonos del Tesoro de Jefferies & Co en Nueva York.
Las alzas en los bonos fueron lideradas por la parte media de la curva, ya que los precios de la nota a cinco años subieron 13/32 en precio y rindieron un 2,44 por ciento, un descenso desde un rendimiento de 2,53 por ciento al cierre del miércoles.
Las notas a siete años también subieron 12/32, y los bonos a 10 años ganaron 11/32, para un rendimiento de 3,50 por ciento frente al cierre del miércoles de 3,55 por ciento.
Los precios de los bonos a 30 años subieron apenas 2/32, dando un rendimiento de 4,33 por ciento, casi sin cambios desde el miércoles.
Las alzas en los bonos de 30 años fueron reducidas comparadas con el resto de la curva, debido a temores de sobreabastecimiento tras el anuncio del Departamento del Tesoro de las ventas de deuda de la próxima semana.
El Tesoro dijo que la próxima semana venderá 35.000 millones de dólares en notas a tres años, 19.000 millones en reapertura de bonos a 10 años y 11.000 millones de dólares de notas a 30 años indexadas, junto con 8.000 millones de notas a 10 años indexadas contra la inflación.
Aunque las subastas del Tesoro han sido hasta ahora sorprendentemente bien recibidas por los inversionistas, hay temores de que el apetito por la deuda del Gobierno estadounidense podría ser pronto saciado.