VITÓRIA (BRASIL), 23 Mar. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Marta Mazagatos) -
El Programa de Asistencia Integrada a los Niños y Adolescentes que dirige Cáritas en Vitória, en el Estado brasileño de Espirito Santo, atiende de 1.400 menores en situaciones de riesgo, a quienes proporciona alimento y formación.
La Fundación Danilo e Luca Fossati, Arcelor Brasil, asociaciones solidarias europeas y la prefectura de Serra, municipio en el que se encuentra uno de los centros, colaboran en el proyecto que, subraya su director, intenta hacer "ciudadanos".
Emprendido en 1999, el proyecto es un hogar para niños de la calle, que asisten a clase regularmente gracias a él, a actividades deportivas y aprenden un oficio. Sus responsables tratan de involucrar a los familiares, que han de cumplir unas normas de asistencia con el fin de que los menores, de siete a 17 años, puedan seguir beneficiándose de unas ayudas para las que hay una larga lista de espera.
Ana Hinojo, maestra española que solicitó una excedencia para poder colaborar en el programa, cuenta que realizan visitas domiciliarias periódicas para garantizar el cumplimiento de las normas. Se trata de niños, dice, que "precisan mucha atención y cariño", porque han estado un tiempo sin escolarizar o, simplemente, "en la calle".
El padre Javier, responsable del proyecto, hace hincapié en que evitan el "asistencialismo", y tratan de trabajar la "dignidad y la autoestima". Prestan también especial atención a menores que han tenido algún problema con la Justicia, en muchos casos a causa de la droga.
Sus monitoras dicen de ellos que saben valorar lo que quieren. Mientras, varias niñas de unos siete anos bailan en un patio, rodeado por un gimnasio en el que un grupo de niños practica capoeira, por una biblioteca, y por un porche donde otras niñas aprenden costura, uno de los oficios impartidos. Después, regalan a los visitantes unas pinturas típicas hechas por ellos en uno de los talleres en los que participan.