BRASILIA, 20 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró hoy que Brasil podrá recuperar a fin de año los empleos perdidos debido a la crisis económica y comenzar 2010 "en una situación altamente cómoda".
Lula destacó que su Gobierno tomó diversas medidas para incentivar la economía, facilitar el crédito e impulsar el consumo, haciendo que ya se note una recuperación en la industria, el comercio y el mercado laboral.
"Yo y todo el equipo económico (...) todos nosotros trabajamos con la hipótesis de que Brasil entre en 2010 en una situación altamente cómoda, produciendo bien, recuperando la capacidad productiva de nuestras empresas", dijo Lula en su programa de radio semanal "Desayuno con el Presidente".
"Queremos que Brasil vuelva al ritmo de crecimiento que tenía antes de la crisis para que en poco tiempo Brasil se transforme en una de las economías más importantes del mundo", afirmó.
Según datos del Catastro General de Empleados y Desempleados (Caged) del Ministerio del Trabajo, la economía del país generó 119.495 nuevos puestos de trabajo formales en junio, en el quinto mes consecutivo de aumento del empleo.
La economía brasileña acumula un saldo de 299.506 nuevos empleos durante el primer semestre y de 390.322 en un período de 12 meses hasta junio.
"Ese es el dato más positivo, porque ya recuperamos la mitad de los empleos que perdimos durante la crisis. Significa que hasta fin de año podremos recuperar todo lo que perdimos y comenzar a tener nuevas ganancias en la generación de empleo", subrayó el presidente brasileño.
Para Lula, se ha confirmado lo que el Gobierno ya había afirmado. "Decíamos que la crisis había llegado aquí por último y que iba a acabar aquí primero debido al potencial del mercado interno brasileño", aseveró.
Según el presidente, la reciente confirmación por parte de General Motors de inversiones de 2.000 millones de reales en Brasil hasta 2012 es señal de que las industrias creen en la fuerza de la economía brasileña. General Motors quiere desarrollar una nueva familia de vehículos volcada al mercado sudamericano.
El caso de General Motors es "una demostración de que las industrias volvieron a confiar en Brasil. Están percibiendo la solidez de la economía brasileña, están percibiendo las medidas tomadas por el Gobierno y creo que ahora entramos en una fase, y ésta tiene que ser sostenible", afirmó Lula.
Según el último sondeo del Banco Central entre instituciones financieras, divulgado este lunes, el mercado espera una contracción de la economía de un 0,34 por ciento este año y un crecimiento de 3,60 por ciento en 2010.