Publicado 02/09/2015 20:10

Brasil se vuelca en la energía eólica para cumplir sus compromisos con el clima

   RÍO DE JANEIRO, 2 Sep. (Notimérica) -

   Brasil tiene todavía una fuerte dependencia del petróleo y de la energía hidroeléctrica, pero apuesta cada vez más por las energías renovables: en el primer semestre de este año aumentó un 114% la producción de energía eólica respecto al mismo periodo del año pasado, siendo el cuarto país del mundo que más invirtió en este sector.

   Son datos divulgados por la Brazil Windpower Conference 2015, que se celebra estos días en Río de Janeiro y está evidenciando el buen momento por el que pasa el sector: en el último año la eólica ha pasado de representar un 1,4% del total de energía producida en el país a un 5%, y se espera que llegue al 23% en el año 2023.

   Según los representantes del sector la energía eólica en el país aún tiene mucho potencial por delante y es capaz de crear en los próximos años más de 19.000 puestos de trabajo, gracias a los 113 nuevos parques eólicos y a los 6.000 millones de reales (más de 1.600 millones de dólares) previstos de inversión.

   Si en la actualidad la mayoría de parques están situados en el estado sureño de Rio Grande do Sul se espera que en el futuro las nuevas instalaciones nazcan sobre todo en los estados del noreste, históricamente más pobres y con serios problemas de abastecimiento energético.

   La sequía de este año evidenció claramente la dependencia que Brasil tiene del agua -el 77% de la energía procede de las centrales hidroeléctricas- ya que obligó a poner en marcha centrales térmicas, encareció notablemente el precio de luz y en algunos casos provocó amenazas de racionamiento de energía o apagones.

   Además de mejorar el abastecimiento la apuesta por la energía eólica tendría una importancia vital para el medio ambiente y la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, uno de los principales objetivos que el Gobierno tiene en política exterior, con vistas a la Cumbre del Clima que la ONU celebrará en diciembre en París.

   En 2009 Brasil se comprometió a reducir entre un 36,1% y un 38,9% las emisiones de carbono a la atmósfera al llegar al año 2020, y según el Ejecutivo ya ha habido una "reducción significativa" y próximamente se presentarán nuevas metas igual de ambiciosas.

   Recientemente, en una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, en la que Brasil y Alemania firmaron acuerdos en materia de cooperación medioambiental la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se comprometió a "descarbonizar" la economía aumentando considerablemente el uso de energías renovables.