Publicado 18/09/2013 18:23

Buscando mejorar infraestructura, Brasil licita primera de varias autopistas

Por Leonardo Goy y Guillermo Parra-Bernal


BRASILIA/SAO PAULO, 18 Sep. (Reuters/EP) -

- Brasil adjudicó el miércoles la primera de nueve concesiones de autopistas programadas para el 2013, en su más reciente campaña por atraer miles de millones de dólares en inversiones privadas necesarias para modernizar su decadente infraestructura.

Consorcio Planalto, un operador de mediano porte, ganó el derecho de operar 436 kilómetros de la autopista BR-050 que conecta el estado agrícola de Goias en el centro de Brasil con Minas Gerais, una región industrializada y rica en minerales en el sudeste.

El grupo, que se impuso sobre otros siete rivales, ofreció un descuento de un 42,38 por ciento sobre el peaje propuesto por el Gobierno para esa carretera.

Según analistas y banqueros, un descuento superior a un 35 por ciento volvería el proyecto no rentable.

De acuerdo con los términos de la licitación, Consorcio Planalto tendrá que invertir un mínimo de 3.000 millones de reales (1.300 millones de dólares) para modernizar y ensanchar la BR-050.

Los analistas esperaban que compañías menores como Planalto apostaran agresivamente por la BR-050, mientras que sus rivales mayores tendrán más oportunidades en próximas concesiones.

El gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff lanzó este año un programa de 43.000 millones de reales que permite a las empresas privadas competir por los derechos de carreteras.

Una licitación realizada más temprano este año que no estaba relacionada con ese programa de inversiones no atrajo a ningún postulante, subrayando el deterioro de la confianza de los inversores ante las crecientes intervenciones del Gobierno en la economía.

El Gobierno pretendía licitar también el miércoles un tramo de 375 kilómetros desde Minas Gerais hasta la ciudad portuaria de Vitoria, en el vecino estado de Espirito Santo.

Sin embargo los inversores, preocupados por el papel de la agencia estatal de construcción DNIT en el proyecto y por los bajos retornos, no presentaron ninguna propuesta antes del plazo límite del viernes.

Los resultados mixtos obtenidos el miércoles subrayan las dudas entre algunos inversores sobre la conveniencia de colocar dinero a largo plazo en Brasil, cuya economía lleva casi tres años de modesto crecimiento.

A las preocupaciones sobre los elevados costos de hacer negocios en el país, se suma la inquietud por las políticas de Rousseff en algunos sectores de la economía.