Actualizado 13/08/2015 12:13

El candidato presidencial oficialista de Argentina buscará lograr el equilibrio fiscal

BUENOS AIRES, 13 Ago. (Reuters/EP) -  

   El candidato oficialista a la presidencia de Argentina, Daniel Scioli, buscará equilibrar las cuentas del país revisando algunos subsidios y seduciendo a inversores con un mejor clima de negocios si triunfa en las elecciones de octubre, según ha explicado este miércoles uno de sus más antiguos colaboradores.

   Debido al fuerte gasto público del Gobierno de la presidenta Cristina Fernández y una caída en los ingresos del exterior, este año Argentina registrará un déficit fiscal cercano al 5,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el mayor nivel desde la crisis del 2001-2002, según cálculos privados.

   Scioli, un peronista de centroizquierda que gobierna la provincia de Buenos Aires, lidera las encuestas para los comicios generales. Aunque es considerado más moderado que la saliente presidenta Cristina Fernández, ha ratificado algunas de sus políticas y propone un cambio gradual en la economía.

   "Así como Scioli hizo en 4 años el equilibrio de las cuentas públicas de la provincia, se va a proponer algo análogo a nivel nacional", ha indicado a Reuters Gustavo Marangoni, presidente del Banco Provincia.

   En ese entonces, Scioli pudo revertir los números rojos en la provincia limitando los gastos en salarios, logrando un aumento de la recaudación fiscal y permitiendo incrementos en las tarifas públicas, ha detallado Marangoni.

   Para proteger los bolsillos de los argentinos en medio de un estancamiento económico y después de años de alta inflación, el Gobierno de Fernández ha intentado incentivar el consumo manteniendo los planes sociales y subsidios energéticos.

   "A lo mejor hay gente que empezó con subsidios porque lo necesitaba y hoy no los necesita más. El que los necesita los va a seguir teniendo y el que no los necesita, no", ha agregado Marangoni.

   La reducción de los subsidios energéticos podría implicar un ahorro de hasta dos puntos del déficit fiscal que registra el país, según cálculos privados.

   Como Argentina tiene prácticamente vedado el acceso al crédito internacional tras su cesación de pagos de deuda en el 2001, el banco central ha acelerado la emisión monetaria a un ritmo del 30 por ciento anual para financiar el déficit, y eso terminó alimentando la inflación, según especialistas.

   La política intervencionista de Fernández y un fuerte control cambiario ha ahuyentado a los inversores de la tercera mayor economía de Latinoamérica. Tan solo el año pasado, la inversión extranjera directa se desplomó un 41 por ciento desde el año previo, según cifras de Naciones Unidas.

   Scioli buscará resolver el largo litigio judicial que mantiene el país con acreedores de bonos impagos para volver a atraer las inversiones, indica Marangoni, que colabora con el gobernador desde que entró hace 18 años a la política.

   "La negociación va a ser de buena fe, de buena voluntad para resolver el tema", ha explicado, sin querer dar más detalles. "El salto al desarrollo supone la necesidad de inversiones. Daniel tiene claro la importancia vital en la próxima etapa de las inversiones", sentencia.