Publicado 28/02/2015 19:20

El caso Petrobras va a minar la conciencia de Brasil durante mucho tiempo

Industria en Brasil, gasolina, Petrobrás
MARIO TAMA/GETTY

Brasilia, 28 Feb. (Notimex/Notimérica) -

La trama corrupta desarrollada en la empresa Petrobras ha involucrado a políticos y funcionarios de numerosos niveles, a empresarios ricos e importantes, en un caso que ha alcanzado al grupo Rolls-Royce de Gran Bretaña, acusado de participar en el plan de sobornos y fraudes.

A esa situación -que "va a minar la conciencia de Brasil por mucho tiempo", según dice la novelista autora del clásico 'El país de los sueños', Nélida Piñón-, no escapan ni la presidenta Dilma Rousseff, ni José Dirceu, exjefe de gabinete del exmandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.

Al llegar a la presidencia de Petrobras, el 13 de febrero de 2012, el objetivo primordial de Rousseff y de la presidenta de Petrobras, Gracia Foster era "cambiar su aura y esperar lo inesperado"; pero sus ilusiones se quedaron a diez días de que ésta última cumpliera tres años en el cargo, al renunciar el pasado 3 de febrero.

Lo que sí llegó fue el inicio de la 'Operación Lava Jato', investigación judicial con tintes políticos y policiacos que, a partir del 17 de marzo de 2014, hizo que la entonces presidenta de Petrobras se retractara de su dicho de que "no habría grandes cambios en el alto personal ejecutivo".

Sin embargo, antes de concluir el año, al menos tres de los más encumbrados directivos debieron dejar su lugar obligatoriamente por su mala costumbre de aceptar dinero ajeno.

"Este es mi equipo", había dicho Gracia Foster; pero Paulo Roberto Costa, Ricardo Duque y Nestor Cerveró hoy están presos y, en automático, la amiga de Dilma Rousseff dejó de estar junto a la millonaria "top model" Gisele Bündchen en la lista de Forbes publicada en enero de 2014, que la puso entre las "brasileñas más poderosas del mundo".

Foster se sumaba así al grupo de líderes de Brasil que, sin ella desearlo, se centró en el cambio de la disparidad de género de Brasil en el futuro próximo, si se observa que, en 2010, el 86,3 por ciento de los ejecutivos de las 500 empresas más grandes de Brasil eran hombres.

A pesar de que la tendencia es hacia la igualdad de género -la proporción era de 94 por ciento en 2001-, todavía hay un largo camino por recorrer, según un estudio realizado por el Instituto Brasileño de Opinión Pública (IBOPE).

El IBOPE es la entidad encuestadora y de investigación de mercados con mayor credibilidad en Brasil, y la única empresa latinoamericana que aparece entre las principales organizaciones mundiales certificadoras de calidad.

Gracia Foster, nacida en Minas Gerais en 1953 -estado natal de Dilma Rousseff, nacida a su vez en 1947-, era considerada una tecnócrata que había trabajado en Petrobras desde 1981, con una licenciatura y dos maestrías en ingeniería química, egresada de las dos más prestigiosas universidades de Brasil.

Antes de llegar al puesto que momentáneamente la convirtió en la segunda mujer más poderosa de su país, fue directora de Gas y Energía de Petrobras, donde, según sus colegas, hizo un trabajo "excelente".

Durante una fase de malos resultados para Petrobras, su área presentó utilidades netas de 483 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2011, un 34,5 por ciento más que en los últimos tres meses de 2010.

Pero, al igual que Dilma Rousseff, José Dirceu y otros personajes en posiciones de poder en Brasil, Gracia Foster ha pretendido ser implicada en el escándalo de corrupción de Petrobras

El diario 'Financial Times' se sorprendió de que la prensa brasileña no hubiera prestado suficiente atención a su nombre, ni siquiera en el posible conflicto de interés que pueda haber respecto a su esposo:

"Un destacado miembro de la comunidad británica de Río de Janeiro, Colin Foster, es presidente de C. Foster, empresa consultora en telecomunicaciones y sistemas electrónicos para la industria de petróleo y gas en alta mar", refirió el diario 'O Globo'.

La prensa de Brasil informó en noviembre de 2010 que C.Foster tenía casi medio centenar de contratos con Petrobras -de la cual Gracia Foster era directora de Gas y Energía-, por un valor de 350.000 dólares; pero se confirmó que éstos se habían otorgado en respuesta a informes "altamente positivos y transparentes" de esa compañía.

Periodistas de investigación comprobaron que, ni antes ni ahora, ha habido conflicto de interés, y ninguna participación de Gracia Foster en el ya mundialmente célebre escándalo de corrupción en Petrobras.

"Ésta no tenía contratos con la empresa C. Foster -señaló 'O Globo'- cuando realizó compras de componentes para operaciones especiales, y los contratos suponen la prestación de un determinado servicio o la entrega de un bien particular por un período de tiempo determinado".

Varias compras exentas de licitación pública se hicieron porque las cantidades eran menos de 5.000 dólares, y las compras fueron hechas por cuatro áreas diferentes de Petrobras, ninguna relacionada con Gas y Energía, dirigida por Gracia Foster.

En cuanto a un eventual recorte de las inversiones en 2015, Petrobras informó que planeaba aumentar el volumen de producción de petróleo en un 4,5 por ciento este año, en el que Foster se empeñó en revertir un colapso que, ni su sucesor Aldemir Bendine ni Dilma Rousseff, podrán evitar porque no hay medio a su alcance que lo haga posible.