SANTIAGO, 20 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Una huelga de 478 chóferes del transporte público iniciada la medianoche de este miércoles amenaza con dejar sin movilidad a 1,5 millones de personas que habitan la capital chilena.
En el marco de las dificultades que ha tenido el plan de transportes Transantiago, los conductores de los autobuses pertenecientes a los operadores Alsacia y Express de capitales colombianos, demandan mejoras salariales tal como lo hicieron los chóferes de la compañía Subus, que el pasado 11 de junio realizó otra paralización.
Los conductores piden ganar sueldos de 923 euros, unos 650.000 pesos chilenos, lo mismo que recibe, por ejemplo, un profesional universitario con diez años de experiencia en la empresa privada de este país sudamericano. Alsacia, en tanto, ofrece remuneraciones de 639 euros, 450.000 pesos chilenos.
La empresa afectada por la huelga de sus conductores opera los troncales (líneas) 1 y 4 del Plan Transantiago, lo que afecta a 13 de las comunas más habitadas de la capital chilena.
La huelga, que la empresa ha definido como "ilegal" y ante la cual La Moneda ha anunciado un plan de contingencia en coordinación de la Policía para garantizar la movilidad de las personas, se produce a horas de que el Gobierno de Michelle Bachelet lograra en el Parlamento la aprobación de 216 millones de euros para inyectarle al sistema, el que, desde su puesta en marcha, el pasado 10 de febrero, ha evidenciado graves falencias de diseño y operación, un cambio de gabinete ministerial y miles de santiaguinos en las calles sin poder acceder al transporte público.