SANTIAGO, 20 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Por 20 votos contra 18, en una reñida sesión de más de cinco horas, el Senado chileno aprobó este martes un proyecto del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet que inyecta 216 millones de euros (unos 290 millones de dólares) al Plan de Transportes de Santiago.
La iniciativa generó diversas críticas tanto en el oficialismo de centro izquierda como en la derecha opositora, debido a que el plan de transporte público, iniciado el pasado 10 de febrero, ha evidenciado graves carencias tanto en su diseño como en la implementación y, a cuatro meses de su puesta en marcha, aún tiene a miles de chilenos sin acceso expedito al transporte público.
La crisis generada por el Transantiago causó, incluso, un cambio de Gabinete, en el cual la presidenta Bachelet cambió al ministro de Transportes.
Este martes, en la ciudad de Valparaíso, a 120 kilómetros de Santiago, La Moneda, tras una intensa jornada de negociaciones y el llamamiento de la propia presidenta a los legisladores, para que votaran a favor de la iniciativa, el proyecto resultó aprobado, después de lo cual volverá, este miércoles, a la comisión mixta de Hacienda, donde será producto de algunas precisiones, entre las que se espera la entrega parcializada de los recursos, la revisión de los contratos con las empresas privadas que operan el sistema con sus autobuses y que hasta ahora no han cumplido con las exigencias del servicio, y la redefinición de las responsabilidades.
La difícil votación en el Senado dejó en evidencia las fisuras existentes en la coalición gobernante, ya que, hasta último momento, La Moneda debió parlamentar con los senadores "díscolos" que se oponían a transferir recursos a un sistema que consideran fracasado.
No obstante, los legisladores se cuadraron con el Gobierno, lo que, sumado al voto de un senador independiente pro derecha opositora, Carlos Bianchi, permitieron que La Moneda resultara airosa en esta compleja votación.