Actualizado 18/08/2009 17:40

China busca obtener beneficios de un idioma reprimido

Por Ben Blanchard

PEKIN (Reuters/EP) - China espera sacar provecho económico del apoyo dado a un idioma que se habla en Taiwán y en muchas comunidades chinas del sureste asiático, incluido Singapur, y que en el pasado fue marginado y reprimido.

El hokkien, considerado un dialecto en China pero que no entienden los chinos que hablan mandarín, proviene de la provincia de Fujian, en el sureste del país, y debido a los movimientos migratorios a lo largo de los siglos, es la lengua materna de alrededor del 80 por ciento de los taiwaneses.

En Taiwán, donde al hokkien se le llama taiwanés, su uso fue prohibido en el pasado por el gobierno nacionalista, que buscaba impulsar el mandarín como lengua oficial, pero ahora se vuelve a utilizar como expresión de orgullo nacional.

Ahora, China espera sacar dinero de esos vínculos lingüísticos y del renacimiento cultural del hokkien.

En la misma China, donde las autoridades también han intentado suprimir los dialectos, el hokkien tiene cada vez más relevancia.

"El sector cultural de toda la provincia es cada vez más importante, y las óperas en hokkien u otras óperas sociales tienen raíces firmes", dijo Luo Jian, secretario general de la provincia de Fujian, en una rueda de prensa.

La primera exposición cultural en Fujian el año pasado obtuvo unos beneficios de 5.000 millones de yuanes (unos 512 millones de euros) en contratos firmados, y se espera que la segunda, que se celebrará este años, siga por ese camino.

"Hay un gran espacio para el intercambio cultural y la cooperación a través del estrecho (entre China y Taiwán)", añadió Luo.

La exposición contará con competiciones de canto en hokkien y otros aspectos de la cultura nativa.

"Todo el mundo sabe que Fujian y Taiwán están separados tan solo por una estrecha línea de agua, y la sangre es más espesa que el agua", dijo el portavoz del gobierno provincial Zhu Qing.

La cita dará a las compañías taiwanesas la oportunidad de vender sus espectáculos televisivos y dibujos animados a un público más amplio, añadió Luo.

China y Taiwán promovieron durante décadas el mandarín como su lengua oficial, contemplándolo como una fuerza de unión en una cultura con miles de dialectos ininteligibles entre ellos.

China ha reclamado la soberanía sobre Taiwán desde que las fuerzas nacionalistas derrotadas huyeran a la isla en 1949 ante el avance de los comunistas, y ha amenazado con someter a la isla, aunque sea a la fuerza.

Aun así, desde que el presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, llegó al poder el año pasado, el mandatario prochino ha reducido las tensiones a través de los negocios y acuerdos turísticos.

Parte de la política reciente de China hacia Taiwán ha estado encaminada a dar apoyo a los intercambios culturales. Los actores y cantantes taiwaneses tienen gran éxito en China, donde son vistos como mejores y más sofisticados que los homólogos de tierra firme.

En el pasado, las estrellas del pop taiwanesas tenían prohibido cantar en hokkien en China y las películas y las telenovelas se doblaban al mandarín, aunque esto empieza a cambiar ahora que la política idiomática y las tensiones gubernamentales mejoran.

(Traducido por la Redacción de Madrid)