Publicado 16/06/2016 21:41

Ciudad de México sigue sin ejecutar las reglas para la empresa Uber

Uber
REUTERS

   CIUDAD DE MÉXICO, 16 Jun. (Reuters/Notimérica) -

   Ciudad de México se convirtió el año pasado en la primera ciudad de Iberoamérica en regular el servicio de transporte Uber, pero casi un año después el gobierno de la capital aún no ha creado un fideicomiso al que la firma internacional prometió hacer aportes para igualar las condiciones con los taxis locales.

   Cuando Uber desplegó sus servicios en la capital mexicana en 2013, miles de enfurecidos taxistas protestaron en contra de la aplicación que conecta a conductores privados con clientes, alegando que quedaban en desventaja al estar sujetos a más impuestos y a reglas más estrictas.

   En un intento por acabar con la disputa, las autoridades firmaron en julio de 2015 un acuerdo con Uber y competidores, como Cabify, que incluía la creación de un registro de sus unidades y un fondo que recibiría el 1,5 por ciento del ingreso por cada viaje, destinado a mejorar las condiciones del sector.

   Pero nunca se especificó cómo se implementaría y casi un año después del anuncio las autoridades de la ciudad de cerca de nueve millones de habitantes aún no terminan de constituir el registro, y el fideicomiso que recibiría el dinero tampoco opera.

   "A esta fecha, la creación del Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón se encuentra pendiente de creación", ha declarado la Secretaría de Movilidad (transporte) de Ciudad de México en una respuesta a través del instituto local de transparencia.

   Autoridades de las secretarías de Movilidad y de Finanzas de la capital no tienen registro de las sesiones que hasta ahora debería haber sostenido el Comité Técnico del fideicomiso, ni sobre sus integrantes, que deberían sentar las bases para la recaudación de recursos, cuyo destino también es incierto.

"Hemos preguntado y no nos han dicho", ha comentado Daniel Medina, portavoz de Taxistas Organizados de la Ciudad de México, que participó en el debate para regular los servicios de las aplicaciones.

"Ni siquiera tenemos claro aún en qué se van a aplicar los fondo)", ha añadido Medina, que dice representar a unos 20.000 taxistas de los casi 140.000 registrados en la capital.

   Uber, con sede en San Francisco y líder en México, y la española Cabify declinaron dar cifras sobre la cantidad que deberían haber aportado hasta ahora al fideicomiso y expertos del sector han señalado que era complicado calcularlas porque las firmas son privadas. Ambas se negaron a dar sus números de unidades y conductores en la capital.

   Pero Medina ha afirmado que su organización calcula que los aportes deberían rondar a la fecha unos 45 millones de pesos (2,4 millones de dólares).

SIN REGLAS, SIN CONSECUENCIAS

   Y pese a que aún las reglas no se están ejecutando y puede que ello se prolongue por más tiempo, no implica que Uber y Cabify sean obligadas a dejar de operar en la ciudad.

   La Secretaría de Movilidad dijo que aún trabaja en los "mecanismos tecnológicos" del registro para llevar un control de las unidades de las firmas.

   Uber, que opera en 14 ciudades de México, ha dicho que cuenta con 39.000 conductores afiliados en todo el país y que la Ciudad de México es su principal mercado en Iberoamérica.

   Su director local de comunicación, Luis de Uriarte, ha declarado que "se están afinando los detalles del convenio con la Secretaría de Finanzas. En cuanto esté listo haremos la aportación correspondiente".

   El jefe de Movilidad de la ciudad, Héctor Serrano, ha afirmado que en marzo al diario local Milenio había contabilizado 8.000 vehículos de las dos aplicaciones y que ese mismo mes el fondo estaría comenzando a recibir recursos.

   Sin embargo, la Secretaría de Movilidad ha declarado a través del instituto de transparencia que hasta junio no había registros de depósitos recibidos por el fideicomiso.