Actualizado 04/09/2009 04:21

Colombia rechaza proselitismo de diplomáticos venezolanos

BOGOTA (Reuters/EP) - Colombia rechazó el jueves la participación de funcionarios diplomáticos venezolanos en actos de proselitismo político y advirtió que no se pueden repetir porque violan normas internacionales vigentes.

La queja de Colombia se presenta en momentos en que las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela atraviesan una nueva crisis.

La cancillería emitió un comunicado después de que un canal de televisión mostró un vídeo en el que el candidato a la presidencia de Colombia por el Movimiento Socialista Bolivariano, David Corredor, le envía un mensaje al presidente venezolano Hugo Chávez, y dice estar dispuesto a replicar su revolución bolivariana.

Corredor admitió la presencia de dos diplomáticos venezolanos en su reunión política en el sur de Bogotá, aunque dijo que fue una coincidencia.

"El Ministerio de Relaciones Exteriores ha hecho saber al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, a través de su embajada en Bogotá, que es inaceptable la participación de funcionarios diplomáticos venezolanos en actos de proselitismo político en Colombia y que estas conductas no se pueden repetir", dijo el comunicado.

El mandatario venezolano ordenó llevar el comercio con Colombia a cero y amenazó con romper relaciones diplomáticas en protesta por la decisión del Gobierno del presidente Alvaro Uribe de firmar un acuerdo de cooperación militar con Estados Unidos.

Chávez, un militar retirado que dice impulsar una revolución socialista a favor de los más pobres y que ha logrado llevarla a otros países, considera que el acuerdo militar de Colombia con Estados Unidos es una amenaza para su país y su proyecto político.

Pero Bogotá asegura que con el convenio sólo busca mantener la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo y que en ningún momento autoriza a militares estadounidenses a lanzar incursiones a países vecinos como lo asegura Caracas.

El presidente venezolano admitió recientemente el interés de que su discurso se escuche en Colombia y planteó posibles alianzas con movimientos políticos de izquierda, lo que provocó que el Gobierno de Bogotá lo denunciara ante la OEA por intervencionismo e injerencia en asuntos internos.