Publicado 27/01/2014 19:56

Conservador Hernández asume presidencia de Honduras prometiendo mano dura contra violencia

Por Gustavo Palencia

TEGUCIGALPA, 27 ene, 27 Ene. (Reuters/EP) -

- Frenar la creciente violencia del narcotráfico será uno de los mayores retos para el nuevo presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, el conservador que asumió el lunes en el empobrecido país prometiendo cero tolerancia y llamando a Estados Unidos a reconocer su responsabilidad en el asunto.

Con un promedio de 20 muertes al día, Honduras sufre por la rampante ferocidad de los cárteles mexicanos del narcotráfico, un problema que le quita el sueño a los ciudadanos. Hernández, un abogado de 45 años, asegura que tendrá mano de hierro.

"Cualquier política que establezca Honduras para combatir la inseguridad debe tener como eje fundamental el combate a la droga, el narcotráfico, el crimen organizado, el lavado de activos y en consecuencia cero tolerancia y punto", dijo en su ceremonia de asunción.

Para ello, anunció que buscará el apoyo de Colombia y México. Pero también pidió una mayor participación de Estados Unidos, el principal consumidor mundial de estupefacientes y destino de la mayoría de droga que transita por Honduras.

"Nos parece un asunto de doble moral que mientras nosotros ponemos los muertos, la sangre de nuestro pueblo, y peleamos con escasos recursos propios, el tema de la droga para Norteamérica sea sólo un tema de salud", dijo el flamante mandatario. "Eso no es justo".

Hernández, del oficialista Partido Nacional, busca utilizar una policía militar recientemente creada para contener la ola de violencia en la segunda nación más pobre del hemisferio.

Poderosas organizaciones criminales como el cártel de Sinaloa aumentaron su presencia en tierras hondureñas para fabricar drogas sintéticas y traficar cocaína de Sudamérica a Estados Unidos, corrompiendo a las autoridades y sembrando aún más violencia de la que ya causaban las pandillas juveniles.

Como legislador, Hernández impulsó una reforma para darle al Ejército funciones policiales ante la extendida corrupción de la fuerza civil. Sus adversarios dicen que su propuesta de crear una policía militar con 5,000 es un retroceso en la frágil institucionalidad del país.

Además, alentó la reciente aprobación en el Congreso de una ley que autoriza a la Fuerza Aérea a derribar aeronaves sospechosas de transportar drogas.

Pero ese no es el único problema que enfrenta Hernández.

SANEAR A LA ECONOMIA

Antes de asumir, el presidente impulsó en el Congreso la mayor reforma fiscal en décadas.

Vista por analistas como un intento de empezar con el pie derecho su gobierno, la medida fue aprobada en diciembre y creó nuevos impuestos, aumentó otros tributos y recortó el gasto. Con este cóctel de medidas se busca generar ingresos adicionales y ahorros por 800 millones de dólares anuales.

Pero las medidas, que llevarán a los hondureños a dar más dinero al fisco pondrán más presión sobre los bolsillos de un país donde 7 de cada 10 son pobres. Y la reducción del gasto público no ayudará a acelerar la economía, que creció un 2.6 por ciento el año pasado.

Honduras, el mayor exportador centroamericano de café, enfrenta una crítica situación financiera. Su deuda interna se ha más que duplicado desde el 2008 a 3,057 millones de dólares, y tiene un abultado déficit de casi el 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

"Una de las expectativas del Gobierno es lograr un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en los próximos seis o nueve meses que nos permitiría lograr apoyo a la balanza de pagos y accesar a fondos de otros organismos financieros", dijo recientemente a Reuters, Alden Rivera, un miembro del equipo de transición del nuevo presidente.

Honduras no dispone de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde marzo del 2012 porque incumplió las metas de un acuerdo de 18 meses firmado en octubre del 2010.