Actualizado 23/12/2011 20:26

Cuba.- Cuba crecerá un 2,7 por ciento en 2011, tres décimas por debajo de los esperado


MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Economía de Cuba, Adel Yzquierdo, ha informado este viernes de que el Producto Interior Bruto (PIB) de la isla crecerá en 2011 un 2,7 por ciento --por debajo de la perspectiva de tres por ciento-- y ha anunciado que para 2012 el Ejecutivo espera un crecimiento del 3,4 por ciento.

"Los resultados del año actual son favorables y se corresponden con el esfuerzo del país para superar las dificultades impuestas por la crisis económica mundial, el criminal bloqueo de Estados Unidos y las insuficiencias internas que constituyen un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas", ha señalado.

Yzquierdo ha destacado que el crecimiento de la economía cubana se basará en no realizar gastos por encima de las posibilidades del Estado, aumentar la producción de alimentos, ahorrar en las importaciones de hidrocarburos y aumentar la oferta de bienes y servicios.

El ministro indicó que no se han cumplido los índices de crecimiento del PIB debido a que no se concretaron todas las inversiones en construcción y reparaciones previstas por el Ejecutivo, informa la agencia Prensa Latina.

Yzquierdo ha asegurado que la ocupación se mantendrá estable, a pesar de los planes de despedir a 500.000 empleados públicos, ya que el objetivo es que esos trabajadores sean absorbidos por el sector privado que apenas está floreciendo en Cuba.

Cuba es actualmente escenario de un inédito proceso de reformas que puso en marcha el Gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el modelo socialista y superar la crisis económica que ha golpeado con fuerzo a esa nación caribeña.

El paquete de más de 300 medidas, aprobadas en abril por el gobernante Partido Comunista, van orientadas a reducir todos los subsidios, buscar alternativas de financiación, reactivar el aparato productivo, promover la inversión extranjera y reubicar en el naciente sector privado a unos 500.000 empleados públicos que comenzaron a ser despedidos este año.

El proyecto contempla una serie de cambios que abarcan desde los aspectos más domésticos hasta políticas macroeconómicas como la reestructuración de la deuda externa, la sustitución de importaciones por exportaciones, la producción interna y la necesidad de atraer mayor inversión extranjera que reactive el empleo, entre otras.