Actualizado 23/04/2012 23:48

Cuba.- Cuba espera que el sector privado aporte cerca del 50% del PIB en los próximos cinco años


LA HABANA, 23 Abr. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Raúl Castro espera que el sector privada, denominado como "no estatal", aporte cerca del 50 por ciento del Producto Interior bruto (PIB) en los próximo cuatro o cinco años, según ha revelado Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) y uno de los vicepresidentes de la isla.

Castro ha insistido en todo momentos en la necesidad de hacer más eficiente la gestión de su Gobierno y parte de su estrategia consiste en reducir el papel del Estado en sectores claves de la economía como la agricultura y los servicios.

"Hoy casi el 95 por ciento del PIB del país es producido por el Estado. Dentro de cuatro o cinco años, el 40 o el 45 por ciento será producido por diferentes formas de producción no estatales", ha explicado Lazo Hernández en declaraciones a la televisión estatal.

Lazo, considerado por muchos como uno de los principales ideólogos del PCC, ha destacado que los cambios económicos así como los ingresos fiscales que se generarán por las actividades "no estatales" obligarán a los gobiernos locales a mejorar sus niveles de eficiencia.

El PCC aprobó en abril del pasado año un plan de más de 300 reformas económicas que buscan modernizar la economía de estilo soviético vigente por décadas en la isla.

El texto de las reformas alude a que "el modelo de gestión reconoce y promueve, además de la empresa estatal socialista (...) las modalidades de inversión extranjera previstas en la ley (...) las cooperativas, los agricultores pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios, los trabajadores por cuenta propia y otras formas".

Los planes de modernizar la economía incluyen la reducción de más de un millón de empleos estatales, la eliminación de subsidios y otorgar mayor autonomía a las empresas estatales. Los trabajadores que sean despedidos y todos aquellos que estén en paro podrán convertirse en autónomos y promover sus propios negocios, sin duda una de las mayores novedades en más de medio siglo de revolución.

"La cuestión será ver cómo se divide esta forma de producción no estatal entre bienes inmuebles privados y cooperativas y cómo se hacen realidad las cooperativas independientes del Estado", ha comentado por su parte un diplomático occidental.

Desde que Castro reemplazó en la Presidencia de Cuba a su enfermo hermano Fidel, la cifra de empleados privados se duplicó a más de 300.000 y unas 200.000 personas se han beneficiado con la entrega de parcelas de tierra en usufructo, con lo que su Gobierno busca fomentar la agricultura.

Pequeñas empresas estatales de servicios, desde peluquerías y salones de belleza hasta taxis y cafeterías han sido arrendadas a los empleados, pero economistas locales creen que un crecimiento de la actividad no estatal, como anticipó Lazo el fin de semana, requeriría una reducción mayor del aparato estatal.

"Este cambio significa no sólo operaciones pequeñas como restaurantes y hostales sino medianas empresas operando como cooperativas y quizás incluso operando como propiedad privada", ha explicado un economista cubano que pidió no ser identificado.

Algunos se muestran escépticos y dudan de la rapidez con la que la economía cubana de tipo centralizada pueda aplicar los cambios para conseguir una transformación tan radical.

"Un cambio de esa magnitud en un período tan corto sería muy poco probable para Cuba", ha señalado William Messina, un economista expertos en temas agrícolas del Departamento de Alimentos y Recursos Económicos de la Universidad de Florida.

"A pesar de que Raúl (Castro) está tratando de implementar una serie de cambios que pueden mover al país en esa dirección, la resistencia burocrática que existe (al menos dentro de la agricultura) sin dudas hará más lento el proceso", ha indicado.