MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El directora de Ventas Minoristas de Productos no Alimenticios del Ministerio de Comercio Interior de Cuba, Pilar Fernández González-Pardo, ha destacado el "buen ritmo" de la venta de materiales de construcción a particulares después de un aumento de los subsidios para impulsar la economía y el trabajo por cuenta propia.
Desde 2011, los cubanos pueden comprar materiales de construcción en tiendas de particulares y en los comercios donde sólo se aceptan dólares, pero sin los acostumbrados subsidios del Estado. Para incentivar este sector, el Gobierno ordenó rebajar los precios entre un 20 y 30 por ciento.
A estos cambios se sumaron el pasado año la rebajas del 50 por ciento para impulsar las reformas en la viviendas tras el paso del huracán 'Sandy', que provocó importantes daños materiales, especialmente en el este de la isla.
En los primeros cuatro meses del año, las ventas han aumentado en un 45 por ciento respecto al mismo período de 2012 hasta llegar a los 650 millones de pesos (unos 19 millones de euros). En algunos materiales, como el acero, la demanda ha superado la oferta, según Fernández, que ha precisado que 2.000 personas de un total de 8.000 no han conseguido comprar todos los materiales que buscaban.
El Ministerio ha explicado que en el segundo semestre del año aumentarán las compras de acero e incluirán la madera entre los materiales que serán subsidiados, según ha destacado el diario oficial 'Granma'.
"Lo anterior refleja cómo el programa de materiales a la población se hace cada día más fuerte desde que se creó en el 2010", ha explicado la jefa del grupo de Ventas Mayoristas de Productos no Alimenticios del Ministerio, Siuriz García Alonso.
La política crediticia iniciada en 2011 permite pedir créditos a los nuevos trabajadores por cuenta propia, a los agricultores a los que el Estado le entregó tierras en propiedad y a los particulares que deseen reformar sus viviendas.
Los interesados deberán presentar un aval y pasar por un proceso de análisis y de estudio que mide los riesgos de impago. Los intereses y el plazo de amortización dependerán de las condiciones que convenga el solicitantes y la entidad bancaria. Los intereses oscilan entre cuatro y ocho por ciento y los pagos se pueden realizar en un período de hasta seis años.