MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más de 47.000 créditos han sido otorgados desde el pasado 20 de diciembre, cuando el Gobierno de Raúl Castro abrió formalmente las líneas de financiación a particulares y autónomos para ampliar sus negocios, construir y reformar viviendas y adquirir bienes, informa este jueves la prensa oficial de la isla.
La mayoría de los créditos han sido otorgados para actividades relacionadas con la construcción, reforma de viviendas y contratación de mano de obra, revela Francisco Mayobre Lence, vicepresidente del Banco Central de Cuba, en declaraciones al diario oficial 'Granma'.
Sin precisar cifras, Mayorbe ha revelado que las entidades bancarias han otorgado financiación por valor de "decenas de millones de pesos" para todo lo relacionado con la reforma y construcción de viviendas, lo cual, "sin lugar a dudas, contribuye a la solución del problema habitacional" de Cuba.
Desde finales de 2011, unas 250.000 personas se han dirigido a las sucursales bancarias de todo el país para solicitar créditos, pedir información, aclarar dudas o abrir sus cuentas personales. "Ello significa que se ha atendido, en seis meses, un cúmulo de usuarios superior al que normalmente se atendía antes de la entrada en vigor del decreto-ley", subraya Mayorbe.
"Desde el punto de vista social considero que (la apertura en la concesión de créditos) ha cumplido sus objetivos, pese a que aún existan algunas deficiencias que se irán solucionando gradualmente", señala el funcionario cubano.
La entrega de créditos forma parte del paquete de más de 300 medidas que aprobó el año pasado el gobernante Partido Comunista de Cuba y que contiene las nuevas reformas económicas y sociales que se han estado aplicando para "actualizar" el modelo socialista que rige en la isla desde hace cincuenta años.
INSTRUMENTOS DE PAGO
El instrumento de pago más utilizado es el cheque de gerencia que el banco entrega con el monto exacto del coste total de los materiales que necesita, comenta el vicepresidente del Banco Central de Cuba.
También se puede entregar el dinero en efectivo o mediante una transferencia a la cuenta bancaria para que después el cliente pague en los establecimientos con una tarjeta de débito. Sin embargo, son pocos los comercios que tienen disponible un punto de venta. "Es un proceso complejo que implica la acción conjunta y organizada de varios sectores de la economía", reconoce Mayorbe.
Así, recuerda que, "por primera vez en muchos años, se establecen facilidades a las personas naturales para operar cuentas corrientes y emitir instrumentos de pago que hasta ahora no se empleaban, lo cual significa establecer procedimientos en función de las nuevas disposiciones".
Actualmente, según informa Mayorbe, se están coordinando acciones para extender el uso de las tarjetas en los establecimientos, "en aras de facilitar los pagos por la adquisición de productos y servicios".