Por Ros Krasny
CHICAGO (Reuters/EP) - Unas alzas mayores de lo previsto en los precios de las viviendas de Estados Unidos y en la confianza del consumidor reforzaron el martes la percepción de que la economía emerge de la recesión más larga y más profunda desde la década de 1930.
Los precios de las casas de Estados Unidos subieron por segundo mes consecutivo en junio, de acuerdo con un índice clave de S&P, mientras que la confianza del consumidor creció fuertemente en agosto.
Mientras tanto, el presidente Barack Obama nominó al jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, para un nuevo mandato al frente del banco central, disipando algunas dudas que tenían los inversores.
La decisión promete un acercamiento consistente para la política monetaria en los próximos años.
Estos acontecimientos ayudaron a amortiguar el golpe que representaron las proyecciones de que el déficit presupuestario de Estados Unidos alcanzará su mayor nivel en el 2009, con respecto al tamaño de la economía, desde la Segunda Guerra Mundial.
"La recesión parece haber terminado, con la actitud del consumidor detrás de los movimientos económicos más amplios", dijo Steven Wood, economista de Insight Economics en Danville, California.
Los índices de bolsa de Estados Unidos subían a nuevos máximos del año por los eventos del día, mientras que los precios de los títulos públicos caían ya que las señales de resurgimiento económico disminuían el interés en las inversiones más seguras.
The Conference Board, un grupo privado, dijo que la confianza del consumidor aumentó a 54,1 en agosto desde 47,4 en julio, superando fácilmente las proyecciones por la mejora del panorama para el mercado laboral y la economía en general.
El índice alcanzó su mayor nivel desde mayo. Aún así, algunos analistas advertían que no había que dejarse llevar por los indicadores.
"La confianza sigue bastante debajo de su promedio histórico de 95 y ni siquiera ha recuperado el nivel de 61 visto antes del colapso de (la firma de inversión) Lehman hace casi un año", dijo Paul Dales, economista de Capital Economics en Toronto.
El débil mercado laboral sigue siendo un obstáculo para la recuperación, y especialmente para una resurrección del consumo. Incluso la Fed ha reconocido la probabilidad de una "recuperación sin generación de empleo", en la que la tasa de desocupación seguiría elevada por mucho tiempo, incluso después de la reanudación de la expansión.
Los estadounidenses que dijeron que era "difícil" conseguir empleo en agosto bajaron al 45,1 por ciento desde 48,5 por ciento pero los que dijeron que el trabajo abunda representaban sólo el 4,2 por ciento.
"La mayor fortaleza estuvo en el componente de 'expectativas', por lo que parece que aún cuando las condiciones de corto plazo siguen un poco complicadas, hay esperanza en el futuro", dijo Kim Rupert, una directora de análisis de Action Economics LLC en San Francisco.
Otros datos apuntalando las esperanzas de recuperación procedieron del índice Standard & Poor's/Case-Shiller. Los precios de las viviendas unifamiliares de Estados Unidos ganaron el 1,4 por ciento en junio desde mayo, tras ascender el 0,5 por ciento en abril.
Estos datos ofrecieron nueva evidencia de que el desplome del sector inmobiliario, que ya lleva tres años, finalmente se modera. El mercado de las casas es considerado como un componente crítico de una reactivación amplia.
Los índices Case-Shiller para 10 y 20 ciudades se han derrumbado en 54,3 por ciento y 45,3 por ciento, respectivamente, desde sus máximos del 2006.
Por su parte, la Casa Blanca elevó sus proyecciones para el déficit presupuestario entre el 2010 y el 2019 a un total de alrededor de 9 billones de dólares.