Por David Alexander
WASHINGTON (Reuters/EP) - La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo el martes que el tema nuclear "no puede ser ignorado" en las próximas conversaciones con Irán, pese al comunicado de Teherán de que no negociará su derecho a tener un programa atómico.
"Hemos dejado en claro a los iraníes que cualquier conversación en la que participemos debe lidiar con el tema nuclear de forma directa. No puede ser ignorado", dijo Clinton luego de una reunión con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez.
Irán ha aceptado mantener conversaciones con Estados Unidos y otras potencias mundiales el 1 de octubre.
El grupo, conocido como el P5+1, está conformado por cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos- más Alemania.
El Departamento de Estado anunció la semana pasada que asistiría a la reunión, representado por el subsecretario de Estado William Burns. Las declaraciones hechas por Clinton el martes fueron su primer comentario público sobre la decisión.
El encuentro es una medida en línea con la promesa del presidente estadounidense, Barack Obama, de buscar mejorar las relaciones con Teherán mediante contactos más directos. Ambos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1980.
"Este será el cumplimiento de la promesa de compromiso del presidente Obama", señaló Clinton. "Creemos que vale la pena, pero no vamos a dialogar por dialogar y no nos comprometeremos en un proceso que no tiene propósito ni punto final".
Aunque aceptó las conversaciones, Irán aclaró que no negociará sobre su programa de enriquecimiento nuclear. A Estados Unidos y otras potencias les preocupa que el programa busque producir armas nucleares, una acusación que Teherán niega.
"Irán dice tener un número de temas que desea discutir con nosotros. Pero lo que a nosotros nos preocupa discutir con ellos es la cuestión sobre su programa y ambiciones nucleares", declaró Clinton.
"Esperaremos a ver cómo responde Irán en ese encuentro cara a cara", anunció.
Un grupo de política bipartidario llamó el lunes a Obama a incrementar la presión a Teherán, mediante la imposición de sanciones en sus sectores bancario y energético, y a prepararse abiertamente a usar opciones militares para evitar que el país islámico desarrolle una bomba.