Actualizado 14/09/2009 21:57

Difícil que Ecuador deje pronto el dólar como moneda

Por Hugh Bronstein

QUITO (Reuters/EP) - El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha hecho bromas con que la única cosa que es más popular que él en su país es el dólar estadounidense, adoptado como moneda oficial en Ecuador hace nueve años como una exitosa medida para controlar la inflación.

El líder socialista se pone serio a la hora de hablar sobre mantener su influencia en los votantes, lo que significa que probablemente se aferre al billete verde mientras expande su programa estatista en el corazón de su "revolución ciudadana".

Los economistas concuerdan en que la dolarización no es una buena medida para el país, considerando que las políticas fiscales expansivas del Gobierno y las difíciles relaciones con los inversionistas extranjeros.

Pero la decisión de mantener o dejar la moneda estadounidense será política, no económica, dijo la ex ministra de Finanzas Magdalena Barreiro.

"La gente recuerda la inflación y no ser capaz de comprar un auto o conseguir un crédito de mediano o largo plazo. Por tanto, espero que el dólar siga siendo popular en el futuro inmediato, y será por mucho tiempo ya que el presidente no conseguirá deshacerse de él", dijo Barreiro, hoy profesora de finanzas de la Universidad de San Francisco de Quito.

Correa ha tomado una actitud dura con las petroleras extranjeras y los bancos y medios ecuatorianos, a los que acusa de discriminar en favor de las élites ricas y contra sus programas para los pobres.

Usar la moneda estadounidense significa renunciar a la capacidad del país de tener una política monetaria independiente. No ser capaz de devaluar la moneda local, imprimir dinero o elevar o bajar las tasas de interés limita la agenda presidencial.

Pero Correa parece no tener una salida del dólar por ahora, pese a que algunas de sus políticas parecen estar en desacuerdo con mantener al billete verde como la moneda oficial.

"Un riesgo para el dólar es el gasto insaciable de Correa combinado con su enfrentamiento con los bancos", afirmó Barreiro, quien fue viceministra cuando Correa fue ministro de Finanzas en el 2005 y tomó el cargo de ministra cuando éste dejó el cargo.

"Si la situación fiscal se deteriora y el sistema bancario privado se debilita, la dolarización no seguirá a menos que adopte controles de capitales draconianos para mantener los dólares en el país", añadió.

La dolarización depende de un ingreso neto de moneda estadounidense al país.

Ecuador ha restringido las importaciones en un intento por contener las salidas de dólares.

Pero el país todavía tiene un déficit comercial, que alcanzó a 681 millones de dólares en los primeros siete meses del año, frente a un superávit de 2.540 millones de dólares en el mismo periodo del 2008, debido a la desaceleración mundial que golpeó la demanda de materias primas.

El país fue sacado de los mercados internacionales de capitales desde que se declaró en incumplimiento de una deuda de 3.200 millones de dolares en bonos globales el año pasado.

El Gobierno tenía el dinero para pagar sus obligaciones, pero dijo que la deuda fue contraída "ilegítimamente" por funcionarios gubernamentales corruptos y codiciosos banqueros internacionales.

Correa ha debido encarar la pérdida al acceso del mercado de bonos con préstamos multilaterales y un acuerdo de efectivo por petróleo de 1.000 millones de dólares con China. Pero el país sudamericano, miembro de la OPEP, sólo tiene 3.400 millones de dólares en reservas, menos que los 6.500 millones de hace un año cuando los precios del crudo eran más altos.

El precio del petróleo está lejos de sus mínimos, pero el futuro del sector es incierto debido a los problemas de los inversionistas privados en Ecuador. El mandatario insiste en renegociar los contratos de energía para dar más control estatal sobre las riquezas naturales del país.

Correa, de 46 años, se ha hecho popular gracias a sus intentos por mejorar la educación, la vivienda y la salud. Los opositores sostienen que el presidente persigue a la inversión privada necesaria para el crecimiento económico.

DES-DOLARIZACION PREVENTIVA

Como lo demostró con su declaración de incumplimiento de la deuda el año pasado, Correa cree en las medidas preventivas, dijo Patrick Esteruelas, analista de Eurasia Group en Nueva York.

"Si siente que será obligado a salir del dólar, en el mismo momento realizará una des-dolarización preventiva", dijo Esteruelas.

"Su posición de reserva tendrá que ser mucho más grande de lo que es ahora con el fin de que Ecuador vuelva exitosamente a una nueva moneda", comentó. "Pero si el impulso viene a empujarlo, el Gobierno va a esperar hasta el último minuto para des-dolarizar", puntualizó.

La confianza de los ahorrantes podría caer si el Gobierno comienza a coquetear con una alejamiento del dólar, lo que cimentaría un escenario para una corrida bancaria o una crisis política.

Ecuador tiene una historia de derrocar presidentes en medio de crisis económicas. Los líderes del país han cumplido periodos de dos años en promedio en la última década.

Por tanto, aunque pueda disgustarle el dólar, Correa no debe querer abandonarlo.

"La credibilidad de las instituciones de Ecuador no están en un nivel en que ellas puedan sostener su propia moneda, independientemente del monto de reservas que acumule el país", dijo Alberto Ramos de Goldman Sachs.

"Si abandonan la dolarización", agregó, "entrarán a un periodo muy difícil debido a la falta de credibilidad en las instituciones fiscales y monetarias".