Actualizado 05/09/2009 22:05

Divididos, miles de venezolanos vuelven a las calles por Chávez

CARACAS (Reuters/EP) - Miles marchaban el sábado en Venezuela, mostrando que, tras más de diez años en el poder, la sociedad del país petrolero y buena parte de la comunidad internacional sigue fracturada en torno al presidente Hugo Chávez y su proyecto socialista.

Y luego de diez años, los lemas cambian pero los reclamos siguen siendo los mismos: unos defienden los radicales cambios políticos y económicos que impulsa el mandatario izquierdista, mientras otros denuncian que el militar retirado es una amenaza para la democracia y su Gobierno, un nicho de corrupción.

Enfrentando la primera contracción económica tras un lustro de bonanza petrolera y meses después de ganar un referendo que eliminó los límites a su reelección, Chávez ha redoblado el ritmo de su "revolución" con profundas y controvertidas reformas legales que han atemorizado a sus adversarios.

La más polémica ha sido una nueva Ley de Educación aprobada el mes pasado por la Asamblea Nacional y que según la oposición permitirá al oficialismo ideologizar a los niños e imponer un sistema escolar inspirado en el de la Cuba comunista.

Ondeando banderas nacionales y con pancartas que decían "Yo marcho por mis hijos: no nos callarán", miles de opositores vestidos de blanco recorrieron varias avenidas de la capital venezolana hasta la sede de la Fiscalía, a la que acusan de seguir las órdenes del mandatario.

"Basta de Chávez. El país no puede seguir como lo tenemos, destrozado y regalando los reales y todo cayéndose a pedazos", dijo Armando Rodríguez, un ingeniero de 50 años, bajo el fuerte sol del medio día caraqueño.

En la víspera se realizaron decenas de concentraciones en varias ciudades del mundo respondiendo a una convocatoria bajo el lema "No más Chávez", propagado a través de Facebook y Twitter para protestar contra la política exterior del mandatario, al que acusan de interferir en asuntos internos de otros países.

Mientras, los seguidores del mandatario vestidos de rojo se concentraban ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, a pocos cientos de metros de la reunión opositora, para defender la nueva política educativa y acusar a sus adversarios de "vender la patria al imperio estadounidense".

"Esta es una ley que garantiza la inclusión, los derechos de los ciudadanos, una educación libre y de calidad, una ley que democratiza la universidad venezolana. Eso es lo que les duele a los pitiyanquis (opositores)", dijo Douglas Torres, estudiante de una universidad estatal.

Hace un par de semanas, una marcha en Caracas contra la reforma legal de la educación terminó en enfrentamientos con la policía, que dispersó a los manifestantes con gas lacrimógeno cuando trataban de superar una barrera que marcaba el fin del recorrido autorizado.

(Por Eyanir Chinea; escrito por Enrique Andrés Pretel, editado por Marion Giraldo)