Actualizado 25/06/2009 15:36

Doe Run Perú y trabajadores lanzan planes salvataje

Por Teresa Céspedes

LIMA (Reuters/EP) - El futuro de la minera Doe Run Perú permanece aún incierto luego de que los trabajadores y la propia compañía anunciaron por separado sus propuestas para salvar a la firma, que paralizó sus operaciones y quedó al borde de la quiebra.

Mientras los trabajadores acordaron que presentarían al poder judicial un recurso que les permita tomar el control de la empresa, Doe Run planteó una propuesta para viabilizar el manejo de la compañía en el que piden una extensión de 30 meses para el plazo de un plan ambiental que vence en octubre.

Doe Run Perú, un importante exportador de metales del país que opera la fundición y refinería de metales de La Oroya, enfrenta graves problemas financieros luego de que varios bancos cortaron un crédito vital para sus operaciones, en momentos en que la crisis mundial hizo caer los precios de los metales.

La incertidumbre generó que los trabajadores y pobladores de las comunidades aledañas protestaran el lunes y martes, bloqueando una carretera principal en el centro de Perú.

"Nuestra propuesta de la medida cautelar ante el poder judicial sigue vigente para tener un elemento de presión ante la empresa, pero hemos acordado darle 48 horas a la empresa para que presente oficialmente su propuesta", dijo el dirigente sindical Roiberto Guzmán en conversación con Reuters.

Por su parte Doe Run, del estadounidense Grupo Renco, planteó al Gobierno y a los acreedores mineros una inyección de 31 millones de dólares de capital fresco por parte del accionista mayoritario "sujeto a temas ambientales y tributarios".

La empresa dijo en un comunicado que con este capital se pagaría un tercio de la deuda con los proveedores para poder reiniciar las operaciones. Además, su matriz capitalizaría una acreencia por 156 millones de dólares.

Doe Run, que paralizó toda sus operaciones a inicios de junio y que planteó cesar a los casi 3.500 trabajadores de su complejo metalúrgico por 90 días, debe unos 100 millones de dólares a sus proveedores mineros y además tiene pendiente una inversión de 73 millones de dólares en un plan ambiental.

Según la firma, el saldo de la deuda con los acreedores mineros se pagaría en 3 años en forma simultánea con el "pago por los concentrados frescos suministrados para asegurar la viabilidad a largo plazo de la empresa".

"PROPUESTA MAS INTEGRAL"

Doe Run refirió que aceptará el ofrecimiento de los proveedores de garantizar 100 millones de dólares para capital de trabajo. A cambio, la empresa entregará el 100 por ciento de la comercialización de sus productos durante el plazo extendido del plan ambiental (PAMA), que sería de 30 meses.

La firma precisó que continuará "usando el dinero generado por el negocio para cumplir con el PAMA, que bajo las proyecciones actuales debería ser suficiente para completarlo dentro de la extensión de los 30 meses".

Doe Run propuso además que 18 millones de dólares que habían puesto en garantía para la ejecución del plan ambiental, así como 22 millones de dólares de pagos tributarios en exceso, "sean utilizados para completar el PAMA".

"Ninguna otra propuesta brinda otra solución integral que asegure la viabilidad de la compañía en el largo plazo, (...). La Oroya es capaz de salir adelante si se le da la oportunidad de implementar este plan", afirmó Doe Run en el comunicado.

Más temprano, el vicepresidente de asuntos ambientales de Doe Run Perú, José Mogrovejo, descartó a Reuters una quiebra de la firma, opción con la que si especularon algunos trabajadores.

La empresa había logrado en abril que algunos acreedores avalaran créditos a cambio de que su matriz, el Grupo Renco, capitalizara una deuda de 156 millones de dólares en la filial peruana y ponga todas sus acciones a nombre del Estado en garantía para culminar un plan ambiental.

Pero Doe Run no concretó los acuerdos porque refirió que primero necesitaba una prórroga oficial del plazo del PAMA.

El Gobierno, que en principio rechazó dar más tiempo a la empresa para que cumpla el PAMA porque ya le había otorgado previamente varias extensiones, afirmó que podría evaluar una prórroga razonable. También descartó intervenir a la firma.