Por Steven C. Johnson
NUEVA YORK (Reuters/EP) - El dólar subió frente al yen y al euro el viernes en una sesión de bajos volúmenes, luego de que los informes económicos mixtos de varios lugares del mundo llevaran a que los operadores dudaran sobre la salud real de la economía global.
Los datos que mostraron deflación en Japón, un desempleo en niveles récord y una fuerte caída en el gasto de las familias mantuvieron al yen bajo presión a dos días de unas elecciones generales en el país.
Las acciones europeas cerraron en un máximo de 10 meses, mientras que un alza en los precios del petróleo llevaba al dólar australiano a un máximo de dos semanas, al igual que las expectativas de que las tasas de interés en Australia subirían a fin de año.
Pero el euro cayó al igual que las acciones estadounidenses, que retrocedieron tras los datos que mostraron una baja en la confianza del consumidor a su menor nivel en cuatro meses, planteando dudas sobre la recuperación en el país.
El dólar tiende a subir junto con la aversión al riesgo debido a que los inversionistas compran la moneda como un refugio seguro.
"Mi mayor temor es que no importa cuan optimistas sean los consumidores si no tienen empleos o dinero para gastar", dijo Dan Cook, analista jefe con IG Markets en Chicago.
Según él, los mercados ahora se dan cuenta de que las expectativas de recuperación han superado a las pruebas correspondientes, y dijo que prevé que el dólar "va a recuperar su fortaleza como un refugio seguro".
"Septiembre nos va a dar un relajo de esta apuesta por el riesgo", afirmó Cook. "Hemos llegado muy lejos, muy rápido, no es una cuestión de si sucederá, es una cuestión de cuándo veremos una corrección de peso", agregó.
El dólar subió un 0,1 por ciento a 93,55 yenes, mientras que el euro se apreció un 0,2 por ciento a 133,74 yenes. Por su parte, el euro cayó cerca de un 0,4 por ciento a 1,4296 dólares.
La libra, por el contrario, se vio favorecida por los datos que mostraron una contracción en la economía británica a un ritmo ligeramente menor de lo estimado previamente, y subió un 0,1 por ciento a 1,6280 dólares.
La moneda australiana trepó un 0,2 por ciento a 0,8419 dólares estadounidenses tras tocar un máximo de dos semanas de 0,8464 dólares.
Otros datos estadounidenses mostraron un alza en el gasto del consumidor en julio en línea con las expectativas del mercado, mientras los ingresos se mantuvieron planos.
Los volúmenes de las operaciones fueron ligeros, como ha sido el caso durante toda la semana, con muchas mesas de operaciones con poco personal por las vacaciones de verano boreal.