QUITO, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Autoridades argentinas y ecuatorianas han iniciado en Buenos Aires las negociaciones petroleras ante la llegada el próximo martes del mandatario electo de Ecuador, Rafael Correa, a la capital argentina, donde ya se encuentra el futuro presidente de Petroecuador, Carlos Pareja, quien ha sido invitado por Néstor Kirchner para adelantar las gestiones.
Según informaciones aparecidas de los medios de comunicación locales, Pareja Yanuzelli anunció en Buenos Aires que existen avances en las propuestas de comercialización y explotación de crudo, así como en la construcción de una nueva refinería en Ecuador.
El futuro presidente de Petroecuador asumirá su cargo el próximo 15 de enero como parte del equipo de Correa y ya ha anunciado que las petroleras estatales de Argentina, Brasil, Chile y Venezuela podrían participar en el proyecto de la refinería.
El diario argentino 'Clarín' afirmó, por su parte, que Ecuador apuesta por Enarsa, la empresa energética de Argentina, con la que Pareja está manteniendo contactos para preparar la visita de Correa. No obstante, Pareja declaró al periódico que todavía no han definido "ningún negocio en común", sino que se encuentran en una "etapa exploratoria".
Además, se refirió a la invitación de Kirchner afirmando que recibió la carta el pasado viernes a través de la Embajada en Quito y en la que el mandatario argentino le exponía que quería buscar "formas de acercamiento" entre Enarsa y Petroecuador.
Petroecuador opera el 40 por ciento del petróleo de su país, ya que extrae 174.000 barriles diarios, lo que le representa una facturación superior a los 3.000 millones de dólares anuales (2.257 millones de euros). Actualmente también controla los 100.000 barriles diarios de lo que fuera la concesión de la estadounidense Occidental (Oxy), a la que Ecuador anuló el contrato de explotación.
Para Pareja, la anulación del contrato de Occidental es un caso "cien por cien jurídico". La petrolera norteamericana demandó al Estado ecuatoriano ante los tribunales del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) por unos 1.000 millones de dólares (752,4 millones de euros).
Sin embargo, el futuro presidente de Ecuador recalcó que la demanda no fue presentada en Ecuador "como claramente define el contrato", por lo que sentenció que "el caso está cerrado".