Actualizado 17/12/2013 21:36

Un alto cargo de la Cámara de Representantes confía en que este viernes haya acuerdo sobre la deuda y el Gobierno


WASHINGTON, 11 Oct. (Reuters/EP) -

El presidente de la Comisión Reglamentaria de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Pete Sessions, ha confiado en que este viernes republicanos y demócratas lleguen a un acuerdo para elevar el límite de endeudamiento público y reabrir el Gobierno.

Sessions ha indicado a la agencia de noticias Reuters que durante las próximas horas la Cámara de Representantes y la Casa Blanca "van a seguir trabajando para definir los parámetros y ver si se pueden hacer progresos".

La Comisión Reglamentaria --que tiene su equivalente en el Senado-- es la encargada de revisar los proyectos de ley que se introducen en la Cámara de Representantes antes de que sean sometidos a la votación en el pleno de la sede legislativa.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se ha reunido este jueves durante una hora y media con una delegación republicana de 20 miembros liderada por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, que, al parecer, ha transcurrido en buen tono.

El portavoz de Boehner, Brendan Buck, ha detallado que los republicanos han ofrecido ampliar el techo de la deuda pública hasta el 22 de noviembre, iniciar el diálogo para la reapertura del Gobierno y nombrar una comisión negociadora para llegar a un acuerdo sobre el déficit.

El diario estadounidense 'The New York Times' ha asegurado que Obama ha rechazado la propuesta republicana. El jefe de Estado ha insistido en estas últimas semanas en que el acuerdo bipartito debe servir para solucionar el problema de forma definitiva, no para posponerlo.

Sin embargo, el jefe de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, ha aclarado que Obama "no ha dicho ni que sí ni que no", por lo que desde la bancada opositora se espera que las conversaciones continúen.

"Nuestros equipos van a seguir hablando durante toda la noche. Va a haber más discusiones", ha adelantado el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, explicando que Obama "va a consultar con su gente de la administración". "Con suerte, podremos ver un camino a seguir después de esto", ha confiado.

En este contexto, la Casa Blanca ha emitido un comunicado para aclarar que, "después de una discusión sobre los potenciales caminos a seguir, no se ha llegado a una resolución específica". "Pero el presidente confía en seguir avanzando con las dos partes", ha indicado.

OPOSICIÓN DEMÓCRATA

El líder de la mayoría demócrata del Senado de Estados Unidos, Harry Reid, ya ha aclarado que su grupo parlamentario no va a negociar con el Partido Republicano mientras continúe el cierre del Gobierno. "Eso no va a pasar", ha asegurado.

"Vamos a esperar y a ver qué hace la Cámara de Representantes. Cuando nos envíen algo lo examinaremos todo lo detalladamente que podamos, con la misma resolución que hasta ahora: Abrir el Gobierno. Hay mucho dolor y sufrimiento por esto, así que queremos que el Gobierno vuelva a funcionar", ha dicho.

En la misma línea se ha expresado la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, al subrayar que un acuerdo para ampliar el límite de endeudamiento público solo para las próximas seis semanas --como proponen los republicanos-- "no es el camino correcto".

"Creo que debemos conseguir al menos un año para que haya algo de certeza en los mercados y para que cada seis semanas la gente no tenga que preguntarse si Estados Unidos va a cumplir con sus obligaciones. Veamos qué ofrecen finalmente", ha explicado.

CIERRE DE GOBIERNO

Estaba previsto que este 1 de octubre el Tesoro de Estados Unidos superara irremediablemente el límite de endeudamiento público, fijado en 16,7 billones de dólares, cayendo así en una nueva crisis de liquidez que podía llevar al cierre de la administración pública.

Para evitarlo era necesario que republicanos y demócratas se pusieran de acuerdo en el Congreso para ampliar el límite de endeudamiento público hasta los 988.000 millones de dólares, garantizando así el funcionamiento del Gobierno hasta la elaboración de los nuevos presupuestos generales.

La oposición republicana había elaborado un plan según el cual se comprometía a apoyar una ampliación del límite de endeudamiento público a cambio de nuevos recortes en el gasto público, centrados en la reforma sanitaria del Gobierno, a la que se conoce popularmente como 'Obamacare'.

Con el objetivo de imponer su plan, la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, aprobó dos veces un proyecto de ley para aplazar un año la aplicación de la reforma sanitaria a cambio de entregar más fondos al Gobierno, pero el Senado, de mayoría demócrata, lo rechazó.

En un último intento conciliador, la Cámara de Representantes propuso celebrar una "conferencia legislativa" para crear una comisión bicameral en la que resolver este asunto, pero el Senado se negó. "No iremos con una pistola apuntando a nuestras cabezas", dijo su presidente, Harry Reid.

Esta semana, Obama ha instado al Congreso a celebrar cuanto antes una votación para reabrir el Gobierno y aumentar el límite de endeudamiento público porque tiene una "fuerte sospecha" de que ya hay "suficientes votos" para sacarlo adelante.

EL PRIMERO DESDE 1995

Se trata del 18º cierre de la administración pública estadounidense desde 1976. El último precedente se remonta a la Presidencia de Bill Clinton. Entonces, el bloqueo presupuestario se prolongó entre el 5 de diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996.

Aunque, de momento, se desconoce la dimensión de las consecuencias del cierre del Gobierno, ha dejado en sus casas a 800.000 de los dos millones de funcionarios y la Casa Blanca calcula que costará unos 10.000 millones de dólares semanales a la economía estadounidense.

Desde el Gobierno han garantizado que no afectará a los servicios públicos esenciales. Obama ya ha firmado un proyecto de ley para garantizar los pagos a los miembros de las Fuerzas Armadas y, con ello, la seguridad del país.