Actualizado 17/04/2007 04:51

EEUU/Brasil.- El ex gobernador de Florida y hermano de Bush vaticina el fin de los aranceles al etanol brasileño


SAO PAULO, 17 Abr. (EP/AP) -

Los aranceles estadounidense sobre el etanol brasileño podrían ser reducidos o eliminados en los próximos años, a pesar de la fuerte oposición de los agricultores norteamericanos, según vaticinó ayer el ex gobernador de la Florida, Jeb Bush.

Bush, hermano del presidente George W. Bush, aseguró que creía que los políticos de su país cambiarán de actitud a medida que Estados Unidos fortalezca el uso del etanol y necesite más suministros de países como Brasil, el mayor exportador del combustible alternativo.

La tarifa de 54 centavos por galón al etanol que Brasil fabrica a partir de la caña de azúcar, "no tiene sentido para mí", declaró Bush ante un grupo de empresarios agrícolas en Sao Paulo.

"Con el tiempo la tarifa tiene que ser eliminada", expresó Bush, uno de los directores de la Comisión Interamericana de Etanol, que trabaja para que se incremente la producción del combustible en Latinoamérica.

Bush visitó Brasil un mes después de que su hermano se reuniera en Sao Paulo con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y sellaron una "alianza" para alentar la producción de etanol y patrones de calidad internacional para que pueda ser comercializado como el petróleo. Jeb Bush también criticó a Cuba y Venezuela por la oposición de sus líderes a la producción del etanol en el hemisferio occidental.

Tanto el líder cubano, Fidel Castro, como el presidente venezolano, Hugo Chávez, solían hablar en favor del futuro del etanol, pero comenzaron a criticarlo después del acuerdo brasileño-estadounidense, argumentando que los sectores pobres latinoamericanos se verían privados de alimentos si se destinan más tierras agrícolas a la producción energética, en lugar de alimentos.

Sin mencionar a Venezuela, Bush indicó que Estados Unidos necesita incrementar el uso del etanol porque la mayor parte del petróleo que consume la población proviene de "fuentes inestables de suministro que son controladas por enemigos de nuestro país". Al ser preguntado si se refería a Venezuela y al Gobierno de Chávez, Bush respondió: "Sin duda no son amistosos con Estados Unidos ahora".

Bush efectuó sus declaraciones mientras Lula viajaba a Venezuela para reunirse con Chávez en una cumbre energética, de dos días de duración, de los líderes de Latinoamérica.