Por Walter Brandimarte
COSTA DO SAUIPE, Brasil, 29 mar, 29 Mar. (Reuters/EP) -
- Colombia apuesta a un programa de obras de infraestructura de 25.000 millones de dólares para impulsar su crecimiento a cerca de un 6 por ciento anual en los próximos dos o tres años, pero el banco central todavía no está preparado para retirar medidas de estímulo monetario, dijo el sábado ministro de Hacienda.
Las perspectivas de la economía de Colombia han mejorado de manera sostenida en los últimos meses, con un crecimiento de un 4,3 por ciento en el 2013.
El titular colombiano de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo en una entrevista con Reuters que el Producto Interno Bruto debería crecer al menos un 4,7 por ciento en el 2014 y aún más en los años siguientes, a medida que ganen tracción las concesiones para la construcción de carreteras.
Ese panorama ayudó a impulsar los precios de las acciones en la bolsa de Colombia a su mayor nivel en cuatro meses.
Pero a la vez llevó el peso a su máximo nivel en dos meses, lo que es potencialmente negativo para la competitividad de las manufacturas y el sector agrícola.
Cárdenas, que representa al Gobierno en el consejo del banco central, indicó que el banco todavía no está listo para ajustar su política monetaria tras dejar su tasa referencial de interés estable por duodécimo mes consecutivo el 21 de marzo.
"Aún pensamos que la economía necesita ciertos estímulos", dijo a Reuters en el marco de una reunión del Banco Interamericano de Desarrollo en Costa do Sauípe, un balneario a unos 75 kilómetros al norte de la ciudad brasileña de Salvador.
"Naturalmente a medida que la economía vuelva a su potencial crecimiento del PIB, por supuesto que también tendremos nuestra normalización de política monetaria", dijo. "El momento de eso es aún incierto", agregó.
A diferencia de otras economías emergentes que han visto una hemorragia de dólares a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos recorta sus estímulos monetarios, Colombia ha sido capaz de seguir atrayendo capital a su mercado doméstico de deuda y ha mantenido el flujo de inversiones extranjeras directas.
Eso convirtió al peso en una de las monedas emergentes de mejor rendimiento en los últimos años. El viernes el peso cerró a 1.965 unidades por dólar, bastante cerca del nivel de 1.950 que Cárdenas considera "nuestra tasa de cambio de equilibrio".