Actualizado 17/08/2009 16:52

Estados árabes condicionan lazos con Israel a la paz: Mubarak

EL CAIRO (Reuters/EP) - Los estados árabes reconocerán a Israel y normalizarán sus relaciones con el Estado judío después de que se logre un amplio y justo acuerdo de paz para Oriente Medio y no antes, dijo el presidente egipcio, Hosni Mubarak.

En una entrevista con el diario estatal Al Ahram publicada el lunes, Mubarak -que se encuentra en Washington para reunirse con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama-, dijo que la experiencia árabe con las negociaciones de paz paralizadas desde la Conferencia de Madrid de 1991 "no animan" a que se tomen pasos hacia la normalización con Israel.

El enviado estadounidense para Oriente Medio, George Mitchell, pidió en julio a los estados árabes que den "pasos significativos hacia la normalización de relaciones con Israel".

"Le dije al presidente Obama en El Cairo que la iniciativa árabe ofrece el reconocimiento de Israel y la normalización después, y no antes, de que se logre una paz justa y amplia", dijo Mubarak al periódico.

"Le dije que algunos estados árabes que tenían oficinas mutuas de representación comercial en Israel estudiarían reabrirlas si Israel se compromete a dejar (la construcción de) asentamientos y reanuda las negociaciones sobre el estatus final con la Autoridad Palestina donde se quedaron con el Gobierno de Olmert", agregó.

Al ser consultado sobre una posible participación de Egipto en un "paraguas de defensa" ampliado de Estados Unidos, al que se refirió en julio la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, como respuesta a un Irán nuclear, Mubarak dijo que no tomarán parte en él.

Además, este paraguas supondría un reconocimiento tácito de una potencia nuclear regional, a la que Mubarak dijo que Egipto se opone, ya sea Irán o Israel.

También quitó importancia a las especulaciones de que esté planeando disolver el Parlamento. Varios diarios independientes han sugerido que podría hacerlo para quitar a los opositores más claros a su Gobierno, como un primer paso para preparar la sucesión y llevar al poder a su hijo Gamal, de 45 años.

"Hoy en día no tengo razones que planteen la necesidad de disolver el Parlamento", dijo.

La entrega del poder a Gamal, que ocupa un alto cargo en el Partido Nacional Democrático en el poder, no se considera como algo hecho y no es la única posibilidad, pero los analistas lo creen un escenario posible y se habla de ello con frecuencia en la prensa independiente.